Simple y rápido: 14 bocadillos deliciosos con pocos ingredientes
De las sardinillas con cebolleta al lomo con queso pasando por el mixto, el sandwich de pepino o la ternera con ajos fritos y vinagre: preparar estas maravillas es muy sencillo, y son una bomba de sabor.
Preparar bocadillos excelsos y elaborados cuando tienes tiempo, energía, ganas y la nevera más llena que el Club del Gourmet puede ser divertido, y de ahí pueden salir maravillas como el pepito valenciano, el chivito, un kebab casero, pollo tonnato o un pulled pork vegano de caerte de culo. Pero también hay días en los que apetece -o nos vemos obligados- a abrazar el minimalismo por falta de tiempo o materia prima, y hoy queremos demostrar que también en estas circunstancias podemos comernos un buen bocata que nos solucione una cena, merienda o desayuno.
Hemos obviado cosas como el bocadillo de jamón o chorizo ibérico o el de queso curado rico con pan restregado en tomate de colgar y aceite de oliva virgen extra, porque suponemos que a la conclusión de que los embutidos buenos y caros también están buenos en bocata podéis llegar solos. Usaremos materias primas más humildes y preparaciones de lo más sencillas, con consejos para conseguir el mejor resultado posible y recomendaciones panarras. Comprando pan de verdad, artesano, elaborado con masa madre y fermentado sin prisas, ya tendremos la mitad del trabajo hecho (y para rellenarlo tampoco nos vamos a tener que deslomar).
Sardinillas con cebolleta
Este bocadillo está inspirado en el favorito de toda la vida del padre de Elena, que me lo chivó hace unos meses cuando nos conocimos, y ahora también es uno de mis favoritos. Él lo prepara con agujas -conocidas en Cantabria como relanzones- es un bocadillo típico de Cantabria o al menos de algunas zonas cántabras- pero también puede prepararse con sardinas. Básicamente se trata de abrir la lata, verter un poco del aceite sobre el pan, poner encima cebolleta picada o cortada a pluma -muy finita- y listo. Ponerle unas gotas de vinagre o tabasco es opcional pero altamente recomendable, y tampoco aumenta mucho la dificultad. Pan recomendado: barra rústica, chapata o mollete, mientras sea capaz de recoger las sardinas, la cebolla y el juguito, sirve.
Lomo con queso
Un clásico de bar que también podemos preparar en casa para apañar una cena rápida y rica. Pide que te corten el lomo un poco más fino que para la plancha, pero que tampoco parezca un papel de fumar: queremos que al morderlo se rompa y no nos llevemos la loncha entera, pero también que el bocadillo tenga enjundia. Si quieres adobarlo con un poco de pimentón o tu mezcla de especias favorita, hazlo ahora y deja que repose cinco minutos. Pon la sartén a fuego alegre, deja que se caliente bien y haz el lomo durante, aproximadamente un minuto si te gusta al punto.
Dale la vuelta, pon el queso encima -el que más te guste mientras sea fundente: desde quesos suizos hasta brie, pasando por havarti- y deja un par de minutos más. Pasa al pan y listo: tú decides si quieres untar antes el pan con tomate, ponerle un poco de mostaza o unas gotas de salsa Perrins. ¿Te apetece una versión deluxe sin complicarte mucho más? Ponle un poco de cebolla y tiras de pimiento verde fritos, o unos pimientos de piquillo en conserva para hacerlo aún más deprisa. Pan recomendado: los mismos que en el caso anterior, aunque aquí también puede funcionar una baguette.
Mixto, bikini o llámale como quieras
Hace unos años hicimos un vídeo dedicado a cómo preparar un mixto de puturrú, pero aquí va un resumen por si no lo visteis: un buen pan de molde, jamón-jamón -que no fiambre-, queso tipo emmental en los dos lados, siempre en contacto con el pan, un poco de mantequilla por fuera y tostar a fuego medio un par de minutos por cada lado hasta que el queso se funda. Con muy poco esfuerzo añadido y bastante satisfacción puedes ponerle un poco de piparra o cebolla picada fina. Otras versiones: con jamón serrano y brie, lacón y queso de tetilla, pastrami, queso suizo y mostaza o, para fans de la pizza hawaiana, con una loncha de piña fresca pasada por la plancha hasta que se dore un poco. Pan recomendado: molde o, si te van las emociones fuertes, brioche (en este caso no hace falta poner mantequilla).
Mantequilla o queso cremoso, pepino, sal y pimienta
El clásico bocadillo para acompañar el té está de muerte: para la versión clásica solo necesitarás pan de molde sin corteza -puedes quitarsela tú, no hace falta que sea industrial, tardarás 10 segundos con un cuchillo afilado-, mantequilla en pomada o queso cremoso para untarlo, varias capas de pepino cortado fino, sal y pimienta. En la simplicidad está su grandeza: el frescor del pepino contrasta con la mantequilla o el queso de untar, el pan tierno lo arrulla todo y la sal y la pimienta dan alegría. Hay versiones con mayonesa, hierbas o encurtidos; haced las fantasías que queráis pero probad al menos una vez el clásico. Pan recomendado: molde sin corteza, no necesariamente blanco: las versiones integrales y con semillas también quedan muy bien (a mí, personalmente, me gusta mucho con pan de centeno integral, poniendo mucho pepino en el relleno).
Tomate a la plancha y pesto
Una delicia minimalista perfecta para aprovechar ese resto de pesto que no da para preparar pasta para todos los que comen en casa. Coge un tomate de textura no muy blanda -sirve un tomate verde-, córtalo en rebanadas de aproximadamente un centímetro y ponlo en una plancha o sartén a fuego medio-alto con un chorrito de aceite hasta que se dore por ambos lados. Untar el pan con el pesto, poner un poco más de salsita entre los tomates, tapar y a comer. Unas aceitunas negras deshuesadas o unos filetes de anchoa también le pueden ir de muerte. Pan recomendado: desde un bollo de Viena o rústico hasta dos rebanas de pan de hogaza, libertad total (mientras quepa el tomate).
Atún o bonito, boquerones, aceitunas rellenas de anchoa
El vermut entre dos panes: abre la barra, unta con tomate de colgar, distribuye los ingredientes por encima con un poco del aceite de la conserva y a comer. A mí me gusta con piparras y un chorrito de salsa de aperitivo, pero allá cada uno. Pan recomendado: una barra de miga ligera, o una chapata no muy gruesa.
Ternera con ajos fritos y vinagre
Hazte con uno o dos filetes de ternera para hacer a la plancha: si nadas en la ambulancia puedes tirar de solomillo, lomo alto o lomo bajo; si la cosa está más bien normalita nos quedan las muy dignas tapa, tapilla, babilla y cadera. Salpimenta la carne y hazla a tu gusto una vez por cada lado en una sartén o plancha con aceite a fuego alegre; cuando le des la vuelta, añade un par de ajos laminados. Pon la ternera sobre el pan dejando los ajos en la sartén y añade a esta un chorro de vinagre (el que te guste estará bien). Cuando reduzca y se mezcle bien con los ajos y el juego de la carne -suele tardar sobre un minuto-, ponlo encima de la carne y tapa con el otro trozo de pan. Puedes untar la barra con tomate de colgar, tostarla por dentro previamente o por fuera después. Pan recomendado: la barra o panecillo alargado que prefieras; si es un pan muy blando tipo perrito puede quedar un poco aplastado por el jugo, pero eso no es necesariamente malo.
Sobrasada con queso de Mahón y miel
Podemos usar la misma técnica que con el bikini en un pan tipo mollete o Viena redonda, relleno con sobrasada, queso de Mahón tierno y un chorrito de miel. A mí me gusta poner la sobrasada directamente sobre la sartén con el pan encima, para que suelte parte de su grasa y se caliente bien. Puedes aprovechar ese momento para poner también a tostar el interior de la otra parte del pan. Cuando lo saques todo para montar el bocadillo y añadir el queso y la miel, antes de tostarlo por fuera pasa un papel de cocina o servilleta para eliminar el exceso de grasa (pero no toda). Pan recomendado: mollete o Viena redonda, pero también puedes hacerlo en molde u hogaza.
Gambas y champiñones
El pincho más famoso de la calle Laurel hecho bocata: prepara un majado con medio diente de ajo, dos cucharadas de aceite, una de vinagre, sal, y un poco de perejil. Quita el pie de los champiñones que necesites para rellenar tu bocata -encogerán un poco al cocinarse- y cocínalos en una sartén bien caliente a primero con el agujero hacia abajo durante tres minutos o hasta que cojan color y huelan bien. Darles la vuelta y regar el interior con la mitad de la vinagreta, esperar dos minutos y añadir tantas gambas peladas medianas como champiñones (o alguna más si las setas son muy grandes). Dejarlas cocinar unos 30 segundos por cada lado, poner todo sobre el pan, aliñar con el resto de la vinagreta, tapar y comer. Pan recomendado: tu barra favorita, mejor si tiene un poco de corteza para recoger el contenido.
Bacalao con all i oli
La próxima vez que vayas a preparar all i oli de mortero -el de verdad, vamos- guarda un par de cucharadas en la nevera para preparar esta delicia. Solo tienes que cocinar un filete de bacalao fresco -en este caso, ponerle un poco de sal- o desalado al punto a la plancha lado y lado con un poco de aceite. Cuando las lascas empiecen a separarse, ponlo entre dos panes untados generosamente en el all i oli y prepárate para poner los ojos en blanco. También puede prepararse con algún resto de pescado al horno o merluza rebozada. Pan recomendado: también de barra o chapata.
Tortilla francesa de queso
Pocos ingredientes tan sencillos proporcionan tanta alegría al paladar como unos trozos de queso fundidos, envueltos amorosamente por un par de huevos batidos cuajados en la sartén. Prepara una tortilla francesa a tu gusto -si no sabes hacerla o quieres perfeccionar tu técnica, aquí va un vídeo- añadiendo en el centro, en cuanto el huevo empiece a cuajar, queso previamente rallado o cortado en láminas finas para facilitar el fundido.
¿Qué queso podemos usar? Mi quesero de cabecera Luc Talbordet recomienda apostar por el morbier, la tetilla gallega, el San Simón de Costa si nos gusta el toque ahumado o un gouda joven, y nos regala un consejo militando desde su francesidad: “El bocadillo de tortilla de jamón y queso es lo mejor del universo; es como una deconstrucción del croque-madame”. Ahí queda eso. Pan recomendado: yo lo asocio con el pan de Viena untado con tomate, pero en realidad va bien con cualquier pan de miga no demasiado densa.
Restos de pollo asado, mayonesa, pepinillos
Esa pechuga superviviente del asado dominical y un pelín securria tiene una segunda vida bien sabrosa en la cena. Trocéala a cuchillo y ayuda a desmigarla aplastando con un tenedor, añade pepinillos picados o en rodajas y mayonesa hasta conseguir una textura cremosa (mejor empieza con poca cantidad y ve aumentando; si te pasas de mayonesa siempre puedes usarlo para hacer huevos rellenos). Mostaza, salsa picante, un poco de lechuga troceada: bienvenidas. Pan recomendado: desde un bollo de hamburguesa a una focaccia.
Higos (o mermelada de higos), rúcula, queso azul
Un queso azul cremoso como el gorgonzola será ideal para este bocadillo: deja que se temple para que tenga textura fundente y unta generosamente por un lado dos rebanadas de pan recién tostado. Añade un puñado de hojas de rúcula aliñadas con aceite y unos cuantos higos cortados por la mitad, tapa y a comer antes de que el pan se enfríe. Pan recomendado: hogaza (también está rico en modo tostada, si quieres prescindir de la mitad del pan).
Mozzarella, aguacate, tomates secos en aceite
Pela y quita el hueso a un aguacate maduro pequeño o medio grande (o más cantidad, si tienes mucha hambre). Aplastalo con tres o cuatro tomates secos en aceite y, si quieres, añade una cucharadita de las hierbas con las que se aromatizan; intenta coger de la parte de abajo del bote para que haya más hierbas que aceite. Aliña, si quieres, con unas gotas de zumo de limón y/o un poco de albahaca, si le hace falta, añade también sal (prueba antes, el tomate seco sala bastante). Unta sobre el pan previamente tostado, pon encima unas rebanadas de mozzarella fresca, un chorrito de aceite y pimienta. Pan recomendado: focaccia.
¿Tienes una no-receta de bocadillo sencillo e imbatible? Compártela en los comentarios y alegra
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.