Hermanos Alba, una marisquería familiar de éxito que se nutre de la bahía de Málaga
En el barrio de pescadores de El Palo, una familia maneja con cuidado la materia prima que ofrece en fritura, plancha o cocida, con una bodega con 400 referencias
Si alguna etiqueta cabe adjudicar a Hermanos Alba es la que corresponde a un restaurante de los denominados de producto. En esencia, un lugar de alma marinera en el barrio malagueño de El Palo, donde en función de las subastas de las lonjas de Motril y Caleta de Vélez, se ofrecen pescados y mariscos de calidad superlativa, tratados con recetas aparentemente sencillas. Lo gestionan la familia Alba —Manuel, en la cocina, con su hijo Juanma, y su nuera Ana Bermúdez, en la sala—, herederos de una familia cuyos antecedentes hosteleros se retrotraen a la primitiva casa de comidas que en 1988 fundó Manuel con el resto de sus hermanos, ya retirados, en el barrio Cerrado de Calderón.
En el momento actual, un rincón de éxito que con razones de peso se ha encaramado a uno de los puestos más destacados de la provincia. Reviste tanta importancia en esta casa el apabullante bodegón con la pesca del día que se exhibe a la entrada de su comedor, como las técnicas que Manuel aplica en sus cocinas. Las frituras, la plancha, las cocciones y las preparaciones en crudo se adecuan de tal manera que potencian la calidad de los productos con los que trabaja.
Puntuación | 7 |
---|---|
Pan | 4 |
Café | 5 |
Bodega | 8 |
Aseos | 5,5 |
Ambiente | 6 |
Servicio | 6 |
Cocina | 7,5 |
Postres | 6 |
Dos sopas, el delicado gazpachuelo de Málaga y su versión ilustrada, la sopa Viña AB al amontillado de González Byass preceden a una lista de especialidades con algunas sombras. Dudas que surgen de refilón con las croquetas de gambas, correctas, aunque mejorables. Y con el carpaccio de gambas rojas, anodino, carente del sabor y la textura esperables. Lo contrario que su celebérrima ensaladilla, suave, de gusto profundo, un hito entre los entrantes.
Los crustáceos y moluscos, algunos procedentes de las lonjas de Huelva, crudos, hervidos o a la plancha, que en el menú degustación se sirven por unidades, acaparan un tercio de la carta. Excelentes las conchas finas y los bolos (escupiñas) crudos; de gusto intenso los búsanos (cañaíllas) de Isla Cristina (Huelva), y portentosas las coquinas de la costa, abiertas en sartén con un hilo de aceite, sin la presencia del ajo y el perejil que suelen desfigurarlas. La degustación prosigue con las quisquillas de huevas azules en tres versiones, crudas, hervidas y a la plancha. Y continúa con dos gambas blancas de Málaga en contraposición a una roja (alistado) de Huelva a la plancha, en una suerte de amistosa confrontación gastronómica.
A la plancha se hacen los tacos de mero, algo secos, y también las cigalas, impecables. Y en la sartén frituras imprevisibles, tal vez boquerones victorianos, lomos de raya o pijotas, que demuestran su dominio de esta técnica en aceite limpio. Y como plato estrella, título con el que figura en la carta, las patatas fritas con huevos y carabineros, conjunto menos logrado de lo esperable al que no aporta nada la trufa negra rallada que lo acompaña.
Los postres (tarta de queso, tarta de lima) cumplen sin despertar entusiasmo a excepción del tocino de cielo. En paralelo figura una bodega muy cuidada, con más de 400 referencias seleccionadas a conciencia, que incluye grandes marcas españolas e internacionales a precios razonables, otro de los puntos fuertes de la casa.
Hermanos Alba
- Dirección: Salvador Allende, 15, Málaga
- Teléfono: 951 33 18 03
- Horario: Cierra los domingos noche y los lunes
- Precio: Menú degustación, 80 euros; a la carta, entre 60 y 100 euros por persona
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