Cinco sitios donde comer camperos en Málaga
La receta original del bocadillo se compone de jamón cocido, queso, lechuga, tomate y mayonesa, servidos en un pan redondo que se calienta en la plancha
Para Málaga el campero es una cuestión de estado. Este bocadillo, tan malagueño como el espeto de sardinas, genera disfrute y controversia a partes iguales. Basta abrir el melón sobre cuál es el mejor en toda la ciudad para que el debate se alargue hasta las tantas para buscar un acuerdo que se da por imposible. Como el niño que va al estadio por primera vez con su padre y ya nunca abandona esos colores, cada persona es del lugar al que acudía a tomar camperos en su adolescencia. Ya sea a los establecimientos donde solo sirven este bocata o los que le dedican parte de una carta con más propuestas. De ambos hay, muchos, repartidos por toda la ciudad. Tantas como variaciones a partir de su receta original: jamón cocido, queso, lechuga, tomate y mayonesa, que se sirve en un pan redondo —esponjoso, similar al de un mollete de Antequera— que se calienta en la plancha. Hasta Dani García lo ofrece en su carta del delivery La Gran Familia Mediterránea. Eso sí, de dieta mediterránea tiene lo justo. Una semana a base de este manjar debe tener efectos parecidos a los que se reflejaban en el documental Super size me.
“Es algo muy local, auténtico, sencillo y barato. Como los tipos de café o el pitufo para desayunar, también nos sentimos muy orgullosos de él”, explica Alejo Tomás, de 40 años y un habitual de La Taba, asador argentino donde sirven un campero de entraña. Ingeniero de telecomunicaciones, dio un giro a su vida para dar la vuelta al mundo y ahora se define como emprendedor. En su web MalagaTop ha iniciado su personal Ruta del Campero, que comenzó a primeros de marzo y en la que quiere ejercer de inspector gastronómico. Junto a unos amigos, pretende visitar 20 locales donde analizará el campero a partir de cinco criterios: pan, ingredientes, salsa, sabor y relación calidad precio. Otorga puntuaciones que luego publica y que, siempre, son objeto de polémicas más intensas que las del VAR. Será una labor que le llevará lo que resta de año y de la que, de momento, ha superado la mitad. El Parque Burguer, por ahora, lidera la clasificación.
El Parque Burguer, Valdi, Mendivil, Maruchi, Gustavo, Los Delfines, Parrilla, El Laberinto… los establecimientos con camperos en sus cartas son habituales en cada barrio de Málaga. Y mientras Alejo Tomás y su equipo realizan sus inspecciones, aquí cinco lugares donde probar este bocado. No quiere decir que sean los mejores, pero sí son algunos de los rincones favoritos de los malagueños. Y quien no pueda bajar al sur, tiene otra opción en Madrid: Granjero busca campero, negocio que abrió en 2015 por una pareja malagueña que ha conseguido llevar un pedacito de su tierra hasta el barrio de Chueca.
1.
Mya
Mamén y Andrés son catedráticos del campero. Ella lleva 40 años cocinándolos y él más de 30 sirviéndolos. Eran la esencia del restaurante Mafalda hasta que el verano de 2021 ambos se desvincularon del negocio familiar. “Durante los meses siguientes, tanto clientes como amigos y otros hosteleros nos insistían en que debíamos abrir otro negocio. Y al final lo hicimos: es lo que mejor sabemos hacer”, cuenta este matrimonio que en julio de 2022 abrió Mya en el barrio de Pedregalejo. Las colas son comunes desde el primer día, también en invierno. “Se trata de hacerlo todo con producto fresco y cariño. Tenemos nuestra propia de trabajar y algunos secretos”, destaca ella. Su alioli casero, de hecho, es único.
Desde la barra del amplio y luminoso local, Andrés controla todo lo que ocurre en el negocio mientras atiende a la clientela. Su carta tiene 24 camperos, que van del clásico y el vegetal —los más habituales en cualquier negocio similar— a uno de pulled pork especial, otro de pinchitos y el especial de la casa, que se llama Mya e incluye, entre otros ingredientes, tortilla francesa, beicon y cebolla a la plancha. Ojo al campero del chef, con un pollo especiado que es fantasía para este bocadillo. El menú también incluye otras propuestas como ensaladas, hamburguesas o sándwiches.
🍽 Mya. calle Bolivia, 79. Teléfono: 744 66 92 57.
2.
Eladio
Este negocio ha conseguido lo que parece imposible: que un polígono tenga más ambiente, incluso entre semana, que muchos rincones del centro de la ciudad. Es hasta difícil aparcar en los alrededores, repletos de naves industriales. Eladio nació en 1983 en el barrio de Carranque, hasta que recientemente mudó a las afueras a un local que Google define así: “Bocadillos y patatas fritas en una hamburguesería luminosa e informal con terraza en la acera”. Le falta añadir que allí dentro cada día parece una feria y que para encontrar mesa libre hay que llegar tempranito.
“Siempre me han gustado porque es muy auténtico, incluso en su pringue”, dice Ismael Touat, que lleva media vida acudiendo a Eladio. “Nada de camperos perfectos para fotos: son para mancharse las manos”, insiste este treintañero malagueño, que en cada visita pide su pollo campero sin tomate, es decir, con pechuga a la plancha aliñada, pimienta, huevo, beicon, lechuga y mayonesa. Es uno de los emblemas de la casa —que solo abre por las noches— junto al Supremo, cuya lista de ingredientes es larga: jamón cocido, queso, lechuga, tomate, mayonesa, ketchup, mostaza, foie y tortilla francesa. Una cena ligerita.
🍽 Eladio. Calle La bohème, 8. Teléfonos: 952 30 85 89, 633 68 02 76.
3.
Durán Durán
Un enorme vinilo pintado en la pared con el nombre de la mítica banda británica de los ochenta da la bienvenida en este local, donde se respira puro barrio. Las paredes están alicatadas hasta media altura. En un rincón hay un cuadro con vistas de Málaga y un revólver enmarcado junto a seis balas. Hay notas musicales dibujadas y un cartel bastante sorprendente: el de la fiesta de la matanza de Pampaneira (Granada) del 6 al 8 de diciembre de 1991. Tres décadas lleva ahí colocado, como buena parte del resto de la decoración. El equipo de cocina lleva gorra blanca con visera roja y unos dibujos de Mickey y las ardillas Chip y Chop informan que se celebran cumpleaños.
En Durán Durán, tienen hasta 44 tipos de camperos, pero el número 1 está claro. Se llama Bisbal en honor al cantante almeriense y lo pide buena parte de la clientela. Lleva pollo, jamón de york, queso, huevo, beicon, tomate, lechuga, mayonesa y cebolla frita, ingrediente da un toque diferencial al bocadillo respecto al de otros establecimientos. “Ese es nuestro best seller”, dice el camarero mientras sirve uno de ellos a una joven pareja con pinta de estar en su primera cita. A su lado, un grupo de señoras debate sobre el incremento del turismo en Málaga y cómo al centro “ya no se puede ir” mientras miran la carta. Ahí encuentran otros camperos dedicados a Malú, Queen, OBK, Mecano, Thalia, Laura Pausini o Danza Invisible. Y si no hay hueco en sus mesas, enfrente, el Burger Scooby también ofrece camperos.
🍽 Durán Durán. Avenida de Sor Teresa Prat, 84, Santa Paula. Teléfono: 952 24 48 13.
4.
El Dorado
“Nada más malagueño que un campero”, indican los servilleteros de El Dorado, otro de los restaurantes más habituales de los rankings de este bocadillo en la capital malagueña. Entre platos combinados, croquetas, perritos, ensaladas, shawarmas, hamburguesas y pizzas, aquí hay apenas media docena de variedades de camperos. La clientela apuesta habitualmente por dos de ellos: el normal (de york, queso, lechuga, tomate y mayonesa) y, sobre todo, el Dorado de pollo asado, al que a los ingredientes anteriores le añaden beicon, huevo y, claro, trozos de pollo asado desmigados.
Este rincón es punto de encuentro habitual entre los miles de universitarios que habitan el barrio de Teatinos, donde se ubica el campus universitario del mismo nombre, y de quienes dejaron de serlo, pero les gusta volver a sentirse jóvenes. A mediodía o por la noche hay grupos de chavales que igual hablan —siempre con el móvil en la mano— de los electrodos positivos de la última clase que de música electrónica o la próxima fiesta. También, eso sí, hay familias al completo con niños sonrientes, hombres enchaquetados con maletín y parejas que comparten sus bocadillos.
🍽 El Dorado. Calle Eolo, 21. Teléfono: 952 27 93 88.
5.
Carpanta
Varias lámparas de calor calientan numerosos pedidos junto al mostrador de Carpanta, otro de los establecimientos más clásicos de Málaga. Ubicado en la zona norte, es el epicentro de un barrio que es puro sabor malaguita. Aquí solo se puede pedir para llevar: no hay terraza ni una sencilla mesa para sentarse. El local es austero y tras el mostrador es Mónica la que, con una sonrisa a pesar del nivel de estrés, atiende encantada. En la cocina se ve hasta media docena de planchas repletas de camperos y en su ventana hay siempre repartidores yendo y viniendo. Pisos de estudiantes o adolescentes de instituto son buena clientela, pero un lunes cualquiera la cola ante la caja registradora es amplia y variopinta: el vecino que baja mientras saca al perro, un grupo de jóvenes que no tiene mejor plan, una vecina en pijama y pantuflas o una pareja que espera, entre arrumacos, con el coche en doble fila.
En la carta hay 30 camperos diferentes y la estrella es el denominado Carpantita, que incluye jamón cocido, queso, beicon, huevo, pimiento, pollo, lechuga y mahonesa casera. Más allá, hay variedades a base de salchicha, carne de shawarma, filete de cerdo picante o carne picada. También uno de pollo asado. “Ahora lo encuentras en más sitios, pero es donde lo probé por primera vez siendo un adolescente. Cerca ya de 40 años, sigue siendo mi campero favorito”, dice el malagueño Javier Lerena, vecino de Miraflores y fiel cliente del establecimiento. Muy cerca, además, recomienda el Siroco Burguer, abierto en el 1990 y referente en la zona.
🍽 Carpanta. Calle Martínez de la Rosa, 81. Teléfono: 952 27 51 94.