Cómo convertir las sobras de la comida en tu primera opción para la cena
Hacer con ellas platos totalmente distintos es posible. Aquí van unas ideas, en forma de receta, para darle un empujoncito a la inspiración
Lo de "aquí no se tira nada" está pasado de moda. Tanto que el 42% de los 170 millones de toneladas de alimentos que se desperdician anualmente en España, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), se tiran en los hogares. La cifra deja claro que estamos desoyendo el consejo antaño habitual en las casas españolas, cuando solo hace falta un poco de imaginación y ganas de ponerse a ello. Estas cinco recetas son sabrosas por sí mismas, pero también son una guía con la que alumbrar nuevas formas para aprovechar las sobras de la comida. Es el momento de buscar la inspiración.
Garbanzos salteados con kale, pimentón y parmesano
Son perfectos para aprovechar las legumbres que han sobrado de un cocido, pero también la bolsa de kale que lleva días en la nevera o esa cuña de parmesano, reseca y endurecida, para la que no ves una salida digna. Además, es tan sencilla que sería una pena desperdiciar la oportunidad de hacerla una y mil veces, con una y mil variaciones personales.
Lo primero es picar dos dientes de ajo y dorarlos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando hayan cogido color, se añaden los garbanzos y se dejan al fuego hasta que se tuesten un poco. Por último, se pone el kale y se salpimienta al gusto, se riega con un chorrito de caldo de verduras y se le agrega media cucharadita de pimentón dulce. Una vez hecho el kale, hay que retirar la sartén del fuego para que el pimentón no se queme. El toque final consiste en rallar queso parmesano por encima al gusto.
Nachos caseros con tortillas del día anterior
Nos ha pasado a todos: preparas unas buenas fajitas y te quedas tan satisfecho que olvidas guardar las tortillas que han sobrado. No falla: se quedan ahí hasta el día siguiente y se ponen duras. No las tires todavía, ¿por qué no aprovecharlas para hacer unos nachos bien crujientes?No es una excentricidad. De hecho, así es como se preparaban los nachos en su origen, con lo que sobraba de las tortillas de maíz o trigo.
Lo que hay que hacer es cortar con unas tijeras las tortillas en forma de triángulos de un tamaño similar a los que venden ya hechos, mientras el horno se calienta a 190ºC, por la parte de arriba y la de abajo. Una vez alcanza la temperatura se pueden introducir los nachos, con cuidado de que queden bien extendidos sobre una bandeja con papel de horno, un chorrito de aceite de oliva y la mezcla de especias que más nos inspire. Mi recomendación, por si te interesa, es: un poco de ajo en polvo, sal, pimienta y un toque de pimentón. Se hornean entre 10 y 20 minutos, hasta que estén dorados y crujientes.
Entonces se colocan en una cazuela de barro o de cristal, que aguante el calor del horno, se les añade un chile o jalapeño fresco picado, mucho queso para gratinar y media cebolla cortada en trozos pequeños. De vuelta al horno, se gratinan unos minutos hasta que el queso se dore. Para finalizar, se les pone un poco de tomate picado por encima, cilantro fresco (esa hierba que resulta conflictiva hasta para la inteligencia artificial) y una cucharada de crema agria.
Tartaletas de espárragos salteados y queso feta
Los espárragos abultan más en la despensa que en el estómago. Puede uno comerse medio manojo y aún tener ganas de más, pero también puede venirse arriba y acabar con un táper lleno con el que no sabe qué hacer; la idea de recalentarlos en el microondas es, como mínimo, poco atractiva. Pero sí se pueden recuperar, incluso quedar con ellos a la altura de un chef estrella Michelin. Solo hacen falta una masa de hojaldre, 100 mililitros de leche (o nata), queso feta y dos huevos.
Para empezar, hay que batir bien los huevos junto a la leche (o la nata), con un poco de sal y pimienta al gusto. En moldes para tartaletas pequeñas, o en uno más grande, se coloca el hojaldre y se pincha un poco con un tenedor. Para que la base de la masa quede aún más crujiente, se puede hornear aparte antes de rellenarla. Después se coloca la mezcla de los huevos en cada tartaleta, el queso feta y los espárragos salteados. Se meten los moldes en el horno, a 180ºC, hasta que las tartaletas queden bien doradas (unos 15 minutos si son pequeñas, y entre 25 y 30 minutos las grandes).
Tortilla de verduras asadas
Otra vez nos hemos pasado con la cantidad de las verduras que hemos asado para la cena. Un montón de calabacín, berenjena, pimientos y brócoli que acabarán perdiendo brillo en la nevera. Para evitarlo hay una sencilla solución: una tortilla de verduras con hierbas aromáticas que ayudarán a multiplicar su sabor.
Los pasos ya los conoces, no son muy diferentes de los de la preparación de una tortilla de patata. Primero se ponen las verduras en la sartén y se añade un toque de la hierba aromática que nos apetezca (como un poco de tomillo u orégano fresco). Esperamos a que se calienten mientras batimos en un bol 4 huevos con un toque de sal y pimienta. Colocamos las verduras en el recipiente con los huevos y lo mezclamos todo. Para terminar, cuajamos la mezcla en la sartén por ambos lados.
Pizza de pisto o de boloñesa con queso ahumado
No hay nada mejor que una pizza o una coca para aprovechar los restos de una salsa de tomate, un pisto o una boloñesa, y con esta receta te alegrarás de tener sobras en la nevera. Es la cena perfecta para un viernes por la noche.
Para la masa de pizza:
- 400 gramos de harina
- Aceite de oliva virgen extra (unos 50 mililitros)
- Agua tibia (unos 250 mililitros)
- 15-20 gramos de levadura de panadero
- Una pizca de sal
Para preparar la masa correctamente, primero se mezcla la levadura fresca con agua tibia, luego se añaden los ingredientes sólidos y al final se incorpora el aceite. Se amasa y se deja reposar durante un par de horas hasta que haya doblado su volumen (si queda demasiada cantidad, siempre se puede congelar una parte).
Pasado ese tiempo, se estira la masa y se coloca encima la salsa que queramos aprovechar, un poco de queso mozzarella y unas hojas de albahaca. Solo queda hornearla a 220ºC hasta que se dore. Si no tienes horno, atención, porque también es posible hacerla en una sartén, como verás en mi canal de YouTube.
Fabián León fue finalista de MasterChef. Es el autor del libro Cocina en 2 horas para toda la semana y comparte sus recetas en YouTube e Instagram.
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