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“Los desnutridos se convierten en obesos cuando empiezan a comer”

Arlene Mitchell, directora de la Fundación Mundial de Nutrición Infantil, alerta sobre la falta de alimentos y nutrientes, pero también sobre la obesidad, un problema que aumenta

Arlene Mitchell en la conferencia 'Evidencias y tendencias para fortalecer las políticas en nutrición y alimentación escolar' que ofreció en Lima el 29 de enero de 2019.
Arlene Mitchell en la conferencia 'Evidencias y tendencias para fortalecer las políticas en nutrición y alimentación escolar' que ofreció en Lima el 29 de enero de 2019.Programa Mundial de Alimentos
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Es puntual, didáctica. Se la ve vigorosa, como si fuera muy joven. Arlene Mitchell fue directora agrícola de la Fundación Bill y Melinda Gates, luego ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y ahora es directora ejecutiva de la Fundación Mundial de Nutrición Infantil. A finales de enero, estuvo en Lima invitada por el PMA para el seminario internacional Evidencias y Tendencias para Fortalecer las Políticas en Nutrición y Alimentación Escolar y conversó con Planeta Futuro sobre cuánto comemos, qué comemos, quiénes no comen bien y cómo nutrirnos para toda nuestra existencia.

P. ¿Ha disminuido la desnutrición en el mundo o es una ilusión?
R. Sí, la mayor parte de la población mundial ha mejorado en su nivel de nutrición. Sin embargo, hay una alta tasa de personas con obesidad, lo que genera otro gran problema. Se ha reducido la cantidad de personas que tienen hambre, pero han aumentado las que están con sobrepeso.
P. Ya no hay mucha gente que come poco, pero sí hay mucha gente que come mal…
R. Las personas que en algún momento fueron desnutridas, o que fueron alimentadas poco durante su infancia, cuando empiezan a comer se convierten en obesas. No es porque estén comiendo más, sino por algo que pasa físicamente en el cuerpo. Pasar de un momento en el que estás con hambre a otro en el que puedes comer, aun cuando no sea mucho, provoca una descompensación. Eso lleva al sobrepeso, que tiene que ver con qué cosas comemos y cuántas veces comemos. Muchas veces consumimos alimentos ricos en azúcar, grasas y sal.
P. ¿Cuántos niños con desnutrición hay en el mundo actualmente?
R. No quiero dar una cantidad en particular, pero es importante describir lo que es la desnutrición. A veces también se da en personas obesas. Más bien se habla de sobrenutrido o subnutrido, conceptos que explican mejor lo que es la desnutrición, por falta o por exceso. Se estima que en las Américas hay una tasa de desnutrición, relacionada con la obesidad, superior al 30%.
P. ¡30% de obesidad!
R. Sí, y además quiero hablarte de las tres formas de desnutrición. Si eres subnutrido, quiere decir que no consumes los suficientes alimentos. Otra forma es la obesidad. Y la tercera es el problema de la falta de micronutrientes, porque a veces no se consumen los que se necesitan.
P. ¿Cuál es el principal problema en Perú?
R. En Perú hay de los tres tipos, y el porcentaje varía no solo por el sexo, sino por el grupo de edad. Se ha trabajando bastante procurando que los niños y los jóvenes tengan una buena nutrición. También se piensa en los niños con obesidad, problema que se trabaja de la mano con Chile. Creo que en toda América Latina se puede observar algo similar. Asimismo, hay anemia, un problema que se puede atender aumentando los micronutrientes. Perú ha sido muy bueno en identificar la deficiencia de ellos y en saber intervenir. Será uno de los países que le enseñará mucho a la región sobre ese tema.
Se estima que en las Américas hay una tasa de desnutrición, relacionada con la obesidad, mayor al 30%
P. Sin embargo, hay brechas terribles. Por ejemplo, Guatemala tiene, según la Cepal, el 46% de niños con desnutrición.
R. La subnutrición se genera cuando alguien está en condición de pobreza. Esto se puede solucionar a través de programas de protección social. Si hay un programa de alimentación escolar, esto permite que las familias ahorren de distintas maneras. Ya no invierten en el alimento del niño en la mañana, por ejemplo, y se tiene un crío que va a la escuela y está alimentado. Yo creo fervientemente en la nutrición infantil y en estos programas. Un niño bien alimentado y educado va a convertirse en un padre que dé una buena alimentación y enseñanza a sus hijos.
P. ¿Sigue siendo la población indígena la más subnutrida en el planeta?
R. La población rural es la que más sufre de desnutrición, pero todo depende del contexto. Porque hay poblaciones indígenas con una buena dieta tradicional, que es bastante sana y se ha transmitido de generación en generación. Luego se han introducido cambios, como la comida rápida, enlatada o procesada. Eso ha ido en detrimento de su nivel de nutrición y los ha afectado. Y lo que también contribuye a la desnutrición en el ámbito rural es…
P. El cambio climático…
R. Sí, su impacto ha sido sumamente negativo en cuanto al suministro de alimentos. Si una población indígena ya no puede cultivar lo que antes cultivaba, o no puede cazar o pescar como antes, eso va a tener un impacto en su dieta.
P. ¿Por qué se pasó de 1.000 a 8.000 días para atender la nutrición infantil?
R. Yo creo que debemos preocuparnos de la nutrición durante toda la vida de una persona. Pero se ha definido, de manera general, que la parte más importante de la vida de un niño son los primeros 1.000 días. No obstante, hay estudios recientes que han hecho un análisis de los 8.000 primeros días. Lo que más nos preocupa es saber si los niños crecen físicamente. Esto debido a que los seres humanos no crecen solo hasta los 1.000 días, sino hasta los 21 años.
P. Mejor comer bien todo ese tiempo, toda la vida.
R. La nutrición contribuye al desarrollo correcto de todas las partes del cuerpo. Afecta no sólo el desarrollo físico de la persona, sino también la inteligencia, el comportamiento. Los años locos de los adolescentes se deben a que existe un cambio en la conformación del cerebro. Se genera una sinapsis cerebral que permite que posteriormente el joven se calme. Por eso, la nutrición no debe ser solo para los primeros años sino para todo el proceso de crecimiento.
P. ¿En un país con un conflicto político muy intenso, como el de Venezuela, cuánto se agravan los niveles de nutrición?
R. Definitivamente, el hambre y la desnutrición se han agravado en Venezuela, y esto va a afectar a la próxima generación. Hay un gran número de personas desplazadas y se dan condiciones similares a las que encontramos en una zona de guerra, donde un grupo masivo de personas tienen su salud y su nutrición afectadas. Se les está quitando el futuro por estos problemas políticos.
P. ¿Y qué pasa en países donde el conflicto y la pobreza son permanentes?
El impacto del cambio climático ha sido sumamente negativo en cuanto al suministro de alimentos
R. Es muy difícil mejorar la nutrición si no existe una estabilidad. En Honduras y Guatemala se trata de educar a los niños y de darles una dieta diversa. Pero en América Central hay una particularidad: depende mucho de uno o dos tipos de cultivos. Está bien comer el maíz, pero no siempre. Es una combinación de elementos: la inestabilidad familiar, la inestabilidad política. Todo contribuye.
P. Así como estamos en el mundo, ¿vamos a poder conseguir algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la nutrición?
R. Solo se puede lograr si tenemos un compromiso político. Y en particular si se mejora la situación de las niñas. Porque ellas eventualmente se convertirán en madres, que son de las más importantes en esta batalla. Deben estar bien alimentadas. Tenemos que enfocarnos no solamente en los primeros mil días de las niñas; también en los primeros años de vida de los futuros padres y madres.

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