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6 cosas singulares que ocurren en el Caribe y las guías no te cuentan

Que sí, que el mar es azul turquesa y en el 'resort' hay bufé libre. ¿Pero por qué por mucho que beba no me emborracho?

Siete días y siete noches en un resort del Caribe dominicano bastan para comprobar que allí (casi) todo es diferente. Y no nos referimos a que el agua es más turquesa que en las playas españolas (que también), o que lo que había aprendido en sus clases de salsa no tiene nada que ver con lo que se baila allí... Son curiosidades en las que puede que no haya caído, o sí, pero que nadie le había explicado. Esto es lo que aprendimos en el Barceló Bávaro Palace Deluxe, en República Dominicana. Y no tiene nada que ver con que la pulserita del todo incluido deje marca.

1. Bucear es más sencillo

En el Caribe, mantenerse a flote supone un esfuerzo mayor porque el agua tiene una concentración de sal más baja de lo habitual. Concretamente, y según la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IOC por sus siglas en inglés), órgano dependiente de la Unesco, la salinidad del mar del Caribe es de 35 partes por 1.000 (35 gramos de sal por cada litro de agua) y la del mar Mediterráneo oscila entre 37 y 39 partes por 1.000. (Como curiosidad, la del Mar Muerto es de más de 300 y la del Báltico de 6).

Por otra parte, la temperatura media del mar es de 28°, prácticamente templado. En la costa mediterránea, la más cálida de España, el termómetro marca unos 18°. Así que en el Caribe se podrá bañar sin pensárselo y sin sufrir el contraste térmico que padecería en casi cualquier otra playa.

2. No hay que incluir chaqueta en el equipaje

Nunca refresca. Por la mañana es primavera y a partir de las 12.00 del mediodía llega el verano. La temperatura más baja, según la oficina de turismo de República Dominicana, es de 20° y la más alta no supera los 34°. Esta horquilla se da en el mismo día y se repite los 365 días del año. La única diferencia climática entre unos meses y otros es la posibilidad de que llueva, más alta entre mayo y noviembre, aunque según la Organización Meteorológica Mundial (WMO) esa posibilidad se ha reducido últimamente: “En gran parte del Caribe las precipitaciones en 2015 fueron bajas, en 33 de 180 estaciones de recogida de agua de lluvia se registraron unas condiciones secas sin precedentes entre los meses de julio y septiembre”.

3. Beber alcohol afecta menos

Hay una fuerte creencia popular que afirma que en zonas calurosas y húmedas se elimina parte del alcohol ingerido a través del sudor y por eso se tolera mejor. “Esto es una verdad a medias”, explica Alberto Borobia, farmacólogo clínico del departamento de Toxicología del Hospital La Paz de Madrid. “El alcohol se metaboliza principalmente en el hígado gracias a una enzima llamada deshidrogenasa, y se elimina sin metabolizar por vía respiratoria (por eso los test de alcoholemia se pueden realizar en aire respirado), por la orina (un 10% aproximadamente entre ambos canales) y por heces, sudor y saliva (un porcentaje muy bajo). Por lo tanto, es verdad que se elimina alcohol sin metabolizar por el sudor, pero la proporción es tan pequeña que casi no afecta a la concentración de alcohol en sangre”.

¿Por qué entonces se tiene esa sensación de que allí se tolera mejor o más el alcohol? Borobia aporta la clave: “Hay que tener en cuenta los factores que influyen en la absorción del alcohol y, por lo tanto, en cómo afecta al sistema nervioso central. Las comidas copiosas hacen que disminuya la absorción y las bebidas carbonatadas hacen que aumente”. ¿Y qué se hace en un resort en Punta Cana con una pulserita todo incluido en una muñeca y sin más ropa encima que un bañador con palmeras? Comer con cierta frecuencia y beber sin demasiada preocupación. Además, por lo general se consumen cócteles con zumos, batidos y helados, no con bebidas gaseosas (después de pedir el primer gin-tonic apreciará como nunca el peor que haya podido tomar en España). Aquí puede estar la explicación: mucha comida y poco gas.

4. El marisco no sabe a nada

El marisco en el Caribe es más insípido porque el mar tiene poca sal y lo elaboran en más tiempo

Y, en consecuencia, no cansa. “Por una parte, por la menor presencia de sal en el agua”, afirma la historiadora Almudena Villegas, de la Academia de Gastronomía. “El marisco y el pescado, en general, son menos sabrosos en las aguas de concentración salina baja. Y, por otra, si hablamos de la textura o la calidad de la carne del crustáceo, el problema es que allí su elaboración es diferente. Los tiempos de cocción son más largos y eso empeora mucho el resultado final".

5. El sol broncea más

Lo correcto sería decir que el índice de radiación ultravioleta (IUV) es mayor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice en su guía práctica Índice UV solar mundial: “Cuando la luz solar atraviesa la atmósfera, el ozono, el vapor de agua, el oxígeno y el dióxido de carbono absorben toda la radiación UVC (la más perjudicial), el 90% de la UVB y en menor medida la UVA. Por lo que la radiación que alcanza la tierra se compone principalmente de rayos UVA con una pequeña proporción de rayos UVB”.

Dependiendo del lugar del mundo en que nos encontremos el índice de radiación UV será mayor o menor. Mientras que en España, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en un día soleado de mayo es de 8 puntos en el Mediterráneo y de 6 en el Cantábrico, en República Dominicana es de 12, según la Organización Nacional de Meteorología de este país. Es el motivo por el que en menos tiempo la piel se broncea más en el Caribe. “Se está defendiendo de una radiación que le llega más perpendicular, más directa que en otros lugares del mundo”, explica el doctor en Física Germán Fernández. “Esa región está más cerca del ecuador y la radiación solar incide más que en las zonas más alejadas de él, a las que llega de forma más oblicua, como en España que se encuentra más al norte. Esto es porque la tierra no es plana”, apunta Fernández. Imagine una linterna inmóvil apuntando a un balón... La zona en la que la luz llega directa está más iluminada que los polos.

6. El café es más suave... y dulce

Si no le gusta el café es posible que cambie de opinión si prueba el dominicano. Según el Consejo Dominicano del Café (CODOCAFE), “su grano tiene un sabor intenso y ligeramente achocolatado”. Algo que confirma el barista y experto en café Kim Ossenblok (tercer clasificado en el Campeonato Internacional Cata de Café 2012 y subcampeón en el Campeonato Español de Cup Taster 2015): “Tiene un sabor dulce y suave, es fácil de tomar”. Esas características se las da la tierra en la que se cultiva: húmeda, cálida y rica en nutrientes.

Si se aficiona a tomarlo está de enhorabuena porque investigadores de la Universidad de Harvard han descubierto que “el consumo normal de café, es decir, entre tres y cinco tazas al día, reduce la probabilidad de morir de manera prematura. Entre las enfermedades mitigadas por esta bebida se encuentran las cardiovasculares, las neurológicas y la diabetes tipo 2”.

Así afecta a su cuerpo una semana en el Caribe

Disfrute, descanse y páselo bien. Pero no se despiste. "Un periodo de excesos va a suponer siempre que el cuerpo engorde, pues la energía ni se crea ni se destruye. Solo se transforma. Y suele ser en grasa", explica el profesos Ángel Gil. Siga leyendo, gratis en nuestra aplicación, qué puede pasarle a su anatomía tras siete días de asueto tropical.

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