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Diez bebidas para brindar hasta las tantas sin engordar

Y otras muy calóricas que es mejor evitar. Cuidado con el chupito: su tamaño engaña

La Navidad cada vez dura más. Es una tendencia global. Si antes el pistoletazo de salida lo daba el sorteo del Gordo y la despedida y cierre lo marcaban sus Majestades de Oriente, ahora todo empieza antes. Volvemos del puente de la Inmaculada y la Constitución y comenzamos un maratón de quedadas con amigos, cenas de empresa y reuniones familiares. Y llegamos a enero con la lengua fuera. Ah… y engordamos. Vaya que si engordamos.

Entre dos y cinco kilos nos echamos al cuerpo los españoles en estas fechas, según un estudio realizado por el Grupo NC Salud, en el que han participado 200.000 personas de toda España. Sí, podemos echarle la culpa a los panettones, turrones de toda clase, cordero y besugo, pero lo cierto es que el alcohol también es responsable. En Navidad bebemos. Y mucho. Y no podemos olvidar que el alcohol tiene calorías, que aumentan cuanto más se dispara la graduación. Nutricionistas, mixólogos y cocteleros nos dan diez opciones para beber con moderación y otras tantas que hay que evitar como si fueran el mismísimo demonio en vaso. Chin-chin.

Estas sí

Mocktails. Ojo a la tendencia que viene de Estados Unidos. Los mocktails son, en una traducción literal, “cócteles de broma”. Esto quiere decir, sin alcohol. George Restrepo ha creado una línea entera llamada SinSin de combinados en los que no hay ni una gota de contenido alcohólico ni tampoco de azúcar. “Con esta tendencia acabamos de empezar en España, pero en mercados maduros, como el estadounidense, lleva bastante tiempo en boga, ya que los clientes demandan menos calorías y menos azúcar”.

El champán 'brut' tiene menos azúcar [12 gramos por litro o menos] y, por tanto, engorda menos. Una copa solo aporta 65 calorías. Pero ojo, los semisecos sí que engordan” (Pepe Orts, mixólogo)

Copas con refresco bajo en calorías. Parece de Perogrullo, pero lo de pedirse una copa con un refresco sin azúcar puede reducir las calorías significativamente. Pepe Orts, mixólogo de la empresa de botánicos para combinados Toque Especial, lo recomienda. Un combinado de ron con cola alcanza las 154 calorías según Fatsecret. Optar por el refresco sin calorías lo reduce a menos de la mitad.

Cervezas (negras). Los muy cerveceros, esos que beben las cañas como si fueran agua, tienen una solución facilísima para reducir su consumo. “Si piden una cerveza negra, cambia el modo de consumo, que se ralentiza, pues el contenido en alcohol es un poco mayor. Es una pequeña trampa que nos ayuda a beber menos”, explica Álvaro Sánchez, de la clínica Medicadiet.

Bebidas on the rocks. Una solución drástica, pero muy efectiva. Si tomamos el wiski o el vodka solo con hielo (o con agua), restaremos calorías de forma significativa y, además, estaremos cambiando el modo de consumo. “Esta manera de tomar los destilados es más relajado, se tiende a saborear más la bebida, así que el ritmo también se relaja”, reitera Sánchez.

Combinados con zumos de frutas. George Restrepo, coctelero colombiano afincado en España, es un gran defensor de sustituir los refrescos industriales por zumos de frutas: “En este caso vamos a sustituir el azúcar por la fructosa y vamos a lograr cócteles más frescos y saludables”. ¿Su apuesta? Guanábana o tamarindo, para aportar además un toque exótico.

Sidra. Felicidades si va a pasar las navidades en Asturias o el País Vasco. “La sidra es la bebida alcohólica que menos graduación tiene”, explica Sánchez. Por tanto, salir a tomar unos culines para brindar por las fiestas y cuidar la línea no serán conceptos incompatibles. Hay variedades de sidra natural que solo tienen 2 grados de contenido alcohólico.

Cerveza sin (pero sin de verdad). “Mucho ojo con las cervezas que denominamos sin, porque muchas veces metemos en el saco algunas que tienen algo de graduación alcohólica. Las 0,0 son las que no tienen contenido alcohólico y, por tanto, tampoco calórico”, explica el nutricionista

Copas aromatizadas. Un refresco light. Poco alcohol. ¿No provocará todo esto que nuestro combinado acabe no sabiendo a nada? Orts propone jugar con los botánicos para añadir carácter. “Se puede dar sabor a un vodka-tonic, por ejemplo, con canela o jengibre rallado, y el resultado será muy interesante”.

Combinados con agua de coco. Ya hemos aclarado que las bebidas milagro no existen, pero esto no quiere decir que el agua del coco no tenga propiedades beneficiosas. ¿Cómo incorporarlas a su trago? Pues con un poco de imaginación. “El resultado será mucho más saludable que si mezcláramos el destilado con un refresco azucarado”, explica Restrepo, quien propone mezclarla con jengibre en polvo, mirin (vinagre de arroz), ron blanco, sirope de coco y una pizca de wasabi. Además, evitaremos la deshidratación.

Champán brut. “Esta variedad tiene menos azúcar [12 gramos por litro o menos] y, por tanto, engorda menos. Una copa solo aporta 65 calorías. Pero ojo, el espumoso francés semiseco sí que engorda”, dice Pepe Orts.

Estas, mejor muy poco

Vinos blancos. “En sí, los vinos blancos no son una bomba calórica: solo suelen tener en torno a 10 grados de contenido alcohólico. Sin embargo, el problema que hay con ellos es que, al tomarse a temperaturas más bajas y resultar más frescos, se bebe más cantidad”, explica Sánchez, quien aconseja beber tinto, "porque se consume más lento”.

Vinos dulces. Suelen ser el colofón a una comida calórica y, sí, tienen más azúcar y, por tanto, engordan más. Sánchez recomienda evitarlos a toda costa.

Vermut. Esta bebida de aperitivo, que se ha vuelto a poner de moda, es, con diferencia, la que más engorda. Unos 100 mililitros de vermut pueden contener hasta 170 calorías, una cifra ante la que palidecen las 70 de una caña o las 80 de una copa de vino.

Cócteles con azúcar. Mojito, capirinha… Cualquier cóctel con sacarosa añadida es un abrazo descarado a los kilos de más. Un mojito puede tener 220 calorías y unos 24 gramos de azúcar, mientras que la OMS sugiere no superar los 25 gramos por jornada. No podrá repetir.

Pensar que el tequila o el mezcal engordan menos porque los tomamos en cantidades muy pequeñas es un error”, advierte Orts

Combinados con dos alcoholes diferentes. A doble ración de alcohol, más calorías. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con el Long Island, que mezcla ginebra y ron y que puede pasar de las 780 calorías si le añadimos, por ejemplo, una parte de triple seco.

Copas largas. “Este es un fenómeno que se da mucho en España. En otros países, la cantidad de alcohol que se añade está perfectamente medida, pero aquí siempre está esa tentación de pedirle al camarero que ‘eche más”, cuenta Orts, que aboga por “menos alcohol en las copas, pero de mayor calidad”. Además, mejor el vaso recto de tubo que el curvo, pues según una investigación de la Escuela de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol (Reino Unido) en estos recipientes se controla más la cantidad ingerida.

Ginebras con más graduación. “La oscilación en contenido alcohólico en las ginebras puede ir desde los 38 grados a los 47. Conviene estar atento al etiquetado para evitar las más alcohólicas y, por tanto, más calóricas”, recomienda Orts.

Chupitos. “Pensar que el tequila o el mezcal engordan menos porque los tomamos en cantidades muy pequeñas es un error”, advierte Orts. “Hay que guiarse por el contenido en alcohol para ver cuántas calorías vamos a sumar y, en este caso, se trata de bebidas con una alta graduación”. La cantidad de energía que aporta cada gramo de alcohol supone 7 kilocalorías.

Todos los combinados engordan prácticamente lo mismo

Pepe Orts advierte: "Lo de que el vodka es la bebida alcohólica que menos engorda es un mito. Existen muy pocas diferencias entre el vodka y el wiski bourbon, por poner un ejemplo". No obstante, por si queremos ahorrarnos algunas unidades de energía, por pocas que sean, aquí van las calorías de algunos de los combinados más habituales. Todas las calorías están calculadas para una medida de 5 centilitros de alcohol y 25 centilitros de refresco no light, según las etiquetas de los propios productos y la web GetDrunkNotFat.com.

Vodka con limón. Si tomamos como referencia un vodka de 40% de contenido alcohólico, estaríamos añadiendo 96 calorías. El refresco de limón contiene alrededor de 100. Por tanto, tendríamos un total de 200 calorías.

Ron con cola. Cada botella de refresco de cola aporta unas 105 calorías. Un ron que tenga un 37% de contenido alcohólico aportaría 86 calorías. En total, 191.

Ginebra con tónica. La oscilación en contenido alcohólico de las ginebras hace que cada gin tonic sea un mundo, pero vamos a hablar de las más populares, que suelen tener en torno a 47 grados. Las calorías por cada medida serían unas 115. Una tónica aporta unas 80 calorías de media por cada botellín. El gin tonic tendría, más o menos, unas 195 calorías, por tanto.

Wiski con cola. Vamos con el wiski: para una referencia de un 43% de contenido alcohólico, las calorías estarían en torno a las 105. Si el refresco de cola, como ya habíamos visto, anda por las 105, nos situaríamos en 210 calorías.

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