Si hay más de un candidato, "democracia y democracia". Esta máxima del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a los suyos es asumida por toda la dirección del partido y lleva implícita la decisión de ser neutrales ante los candidatos que puedan presentarse para la candidatura a la presidencia del Gobierno.
Los casos de corrupción han entrado de lleno en las candidaturas autonómicas que el comité electoral del PP de la Comunidad Valenciana envió ayer a la dirección nacional de ese partido, que preside Mariano Rajoy, y que la cúpula popular ratificó casi a las diez de la noche.
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, aumenta su cuota de poder en la lista electoral del Ayuntamiento de Madrid, que encabeza el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, también de ese partido, después de una tensa disputa final que se resolvió ayer con la intervención incluso de la cúpula nacional.
Con la inevitable ausencia de su candidato a alcalde de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, imputado por el caso Mercasevilla, la dirección de IU y una treintena de cabezas de lista a las elecciones del 22-M realizaron ayer en Madrid una firma solemne de su nuevo código ético.
El relato del testigo protegido sobre el asesinato de los policías Julio Segarra y Pedro Barquero, y de la mujer de este último, embarazada de siete meses, ayer en la Audiencia Nacional, fue espeluznante. Eran las ocho de la mañana del 4 de mayo de 1983
y, como cada día, este hombre se disponía a sacar su coche del garaje de la calle de El Carmelo, en Bilbao.
Mariano Rajoy se giró para dar la espalda a los periodistas y no contestar cuando le preguntaron si irá hoy a la manifestación de las víctimas del terrorismo. El PP se ha volcado con la marcha, convocada por asociaciones de víctimas bajo el lema Por la derrota del terrorismo: ETA fuera de las elecciones.
Lo primero que hizo ayer al bajarse del avión fue el símbolo de la victoria. "Llevo la democracia en la sangre", explicó luego el disidente cubano Orlando Fundora. En 2003 fue condenado a 18 años de prisión en su país en la oleada represiva conocida como primavera negra.
El debate que vive Convergència i Unió para decidir si mantiene o retira los apoyos puntuales al Gobierno comienza a incomodar al portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. El democristiano, se vio obligado ayer a poner por escrito su reivindicación tras una semana en que numerosas voces en CiU, han apostado por romper.