Duran exige que Mas respete su autonomía para pactar sin interferencias en el Congreso
El debate que vive Convergència i Unió para decidir si mantiene o retira los apoyos puntuales al Gobierno comienza a incomodar al portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. El democristiano, partidario de mantener abierto el diálogo con el PSOE pese a los desencuentros del Gobierno con la Generalitat, se vio obligado ayer a poner por escrito su reivindicación tras una semana en que numerosas voces en CiU, comenzando por el líder, Artur Mas, han apostado por romper. En tono muy educado, Duran envió una carta a la militancia de Unió en la que pide a CiU y a Artur Mas que le dejen las manos libres para pactar sin interferencias.
"No creo que nadie pueda decir que no he ayudado tanto como he sabido a respetar la estrategia que convenía y a apoyar al candidato a la presidencia de la Generalitat, y ahora a los candidatos a las municipales, comenzando por Xavier Trias en Barcelona", destacó en su misiva. "Estoy convencido de que encontraré la misma reciprocidad ante las próximas elecciones legislativas", afirmó Duran para completar su reflexión.
El malestar del democristiano con sus socios de Convergència no es nada nuevo, pero esta semana ha vuelto a aflorar con fuerza después de que el pasado domingo Artur Mas advirtiera al PSOE de que se puede quedar sin apoyos de CiU si el Gobierno no cumple a rajatabla sus compromisos económicos con la Generalitat. Estos pasan en este momento por el pago de 1.350 millones correspondientes al fondo de Competitividad. El número dos de Convergència, Oriol Pujol, se alineó con Mas inmediatamente, lo que ya provocó una primera advertencia de Duran. A la vista de que la queja no surtió efecto, el portavoz de CiU en el Congreso insistió ayer en su demanda. Se trata, explican fuentes de CiU, de permitir que los nacionalistas catalanes puedan exhibir cierto músculo en el Congreso e intenten cerrar acuerdos con el Gobierno que, además de permitir cierto lucimiento a Duran, den juego a Convergència i Unió en el año escaso de legislatura.
Pero la nueva advertencia de Duran va camino de caer en saco roto. Oriol Pujol volvió ayer mismo a la carga asegurando que no ha habido ningún tipo de injerencia sobre la actuación de Duran en el Congreso. Eso sí, Pujol intentó dejar claro quién manda en la federación: "El referente político a seguir en CiU es Artur Mas".
Este enfrentamiento llegó en las puertas de un fin de semana que se prevé caliente en la federación nacionalista. La plana mayor de Convergència Democràtica, comenzando por Oriol Pujol y Xavier Trias, votará en la consulta independentista de Barcelona, una iniciativa que Duran considera "generadora de frustración". Mas votó en esta consulta anticipadamente y en secreto la semana pasada.
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