El PSE logró ayer impedir con sus votos que el Parlamento vasco se pronuncie en ningún sentido sobre la legalización de Sortu, y, más importante para su posición como partido de Gobierno, que el lehendakari, Patxi López, se viera emplazado por una moción de la Cámara a manifestarse a favor o en contra de la misma.
La mayoría sindical de la Ertzaintza, representada por las centrales Erne, Esan, Sipe y Euspel, convocó ayer una nueva acción de protesta en la calle en su campaña para exigir al consejero de Interior, Rodolfo Ares, que negocie un nuevo convenio y la futura ley de Policía.
La polémica volvió a sacudir ayer el ámbito judicial vasco, que no era escenario de marejadas desde la llegada de Juan Luis Ibarra a la presidencia del Tribunal Superior. Y ha sido el propio Ibarra quien ha desencadenado esta vez la discordia con la firmación que hizo el miércoles de que la protección de los jueces frente a ETA se mantiene igual tras la tregua.
El cardenal Ennio Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, eludió ayer en Bilbao la polémica y trató de restar hierro a la división de la Iglesia vasca, que se había vuelto a manifestar un día antes con motivo de las jornadas organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas para hoy y mañana en el Palacio Euskalduna.
INÉS P. CHÁVARRI | San Sebastián
ISABEL LANDA | San Sebastián
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