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Un tercio de los dependientes espera aún a recibir su ayuda

El 29% de las personas a las que se les ha reconocido un grado de dependencia en Euskadi se hallan todavía a la espera de recibir el servicio o la ayuda que les corresponde por la Ley de Dependencia. Así lo indican los datos del Observatorio Estatal de la Ley de Dependencia del último semestre de 2010, que demuestran que el tiempo de espera en Euskadi es cinco puntos inferior a la media española.

Elresponsable del observatorio, José Manuel Ramírez, explica que esta espera se conoce como el "limbo de la dependencia": se reconoce el derecho a una ayuda o un servicio, pero no se recibe.

Euskadi cumple el plazo máximo de espera de seis meses que fija la ley, cuando hay comunidades en las que se tiene que esperar hasta dos años, precisó Ramírez ayer en Vitoria, durante unas jornadas organizadas por la UPV. La media española se sitúa en 16 meses.

El Observatorio Estatal elogia la aplicación de la ley en Euskadi

Las tres Diputaciones y el Ejecutivo autónomo fueron elogiados por Ramírez, presidente de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de los Servicios Sociales, que gestiona el observatorio. Criticó que en otras comunidades como Baleares, Valencia o Canarias los políticos "o son malos en gestión o son políticos sin alma", que se aprovechan de los dependientes y no cumplen con la ley y sus plazos. Las Diputaciones han dado el paso de ampliar las ayudas a los dependientes moderados, algo que no todas las comunidades han hecho por falta de recursos.

Los datos del observatorio muestran una "sobresaliente" puesta en práctica de la ley en Euskadi, ratificó Ramírez. El único aspecto negativo es la estricta aplicación de los baremos. "Euskadi es la comunidad en la que más personas se quedan sin grado de dependencia", aseguró.

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Uno de los efectos perversos que está teniendo la aplicación de la ley es que se está priorizando la ayuda económica para familiares cuidadores, en vez de optar por la profesionalización. En el caso de Euskadi, el 40% de los dependientes recibe esta paga -en Murcia esa opción, la más barata, se utiliza en el 80% de los casos-, el 20% está en residencias y el 20% recibe ayuda a domicilio. Ramírez valoró que en el País Vasco se haya logrado cierto equilibrio, pero alertó: "Las mujeres [mayoría entre las personas cuidadoras] no van a soportar esta presión de la demanda", por lo que apremió a reforzar las opciones de residencias, centros de día o teleasistencia.

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