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Reportaje:

Dos miradas sobre la realidad

San Sebastián presenta sendas antológicas de los fotógrafos Chema Madoz y Xabi Otero - La muestra del premio nacional reúne obras de 2000 a 2005

San Sebastián inauguró ayer dos exposiciones fotográficas que muestran muy diferentes miradas. Chema Madoz (Madrid 1958), uno de los autores más reconocidos del panorama español, extrae insólitas relaciones de los objetos más habituales, con una mirada emparentada con el vocabulario surrealista. La muestra Poética ha reunido una serie de piezas realizadas entre los años 2000 y 2005 que se pueden ver estos días en Barcelona, Milán, Colonia y Ámsterdam y, desde ayer, en la Sala Okendo de San Sebastián.

La exposición presenta 32 imágenes, un tercio de la gran antológica que produjo el Ministerio de Cultura en 2006 con motivo de la concesión a Madoz del Premio Nacional de Fotografía en 2000, y que desde entonces ha viajado por numerosos países. En San Sebastián, donde estará abierta al público hasta el 21 de mayo, recala tras su paso por Pekín y antes de visitar Moscú y Kazán este verano, explicó ayer en su presentación el comisario de la muestra, Borja Casani, según informa Efe.

Otero: "Si hiciera hoy la selección saldría probablemente otro resultado"

Marcos de madera que dan forma a una corbata, otra corbata empleada como marcapáginas, la escuadra y el cartabón como velas de un barco o un pequeño avión como punta de flecha son algunas de las obras expuestas. Las imágenes, todas ellas sin título, no se entregan al observador como algo que haya que adivinar, pues, como señaló Casani, "el jeroglífico ya lo ha resuelto él y lo muestra para que lo completemos".

Sus trabajos en blanco y negro, como el que convierte en enseña comunista una simple tabla de herramientas provista de hoz y martillo, son el resultado de una labor artesanal, en la que después de creado el objeto, se fotografía con luz natural.

Casani sitúa las obras de ese sexenio en una etapa intermedia de la trayectoria de Madoz, la posterior a sus fotografías del cuerpo humano y la anterior a la utilización de objetos de gran tamaño, que le han llevado a su vez a aumentar el de las fotos, algunas con medidas de hasta 2,5 por 2,5 metros.

En otro extremo de San Sebastián, Xabi Otero (Pamplona, 1953) despliega su arsenal creativo con un recorrido a través de cuatro décadas de trabajo. La muestra Oihan hegalean recoge un centenar de fotografías, además de carteles e ilustraciones, que ofrecen una oportunidad para redescubrir la dimensión del fotógrafo del Baztan.

Otero, fotógrafo autodidacto, ilustrador y diseñador gráfico, reconoció en la presentación que la selección del material se hizo con poco margen de tiempo y que estuvo marcado por un determinado estado de ánimo. "Si hubiera hecho hoy la selección probablemente saldría otro resultado", señaló.

La muestra ocupa los tres espacios de la Sala Boulevard de la Kutxa. Una de las tres salas recoge una serie de imágenes de Euskadi que muestran "la fusión del acervo cultural con el devenir de lo cotidiano, el contraste de lo que perdura con lo efímero".

Otra de las salas reúne instantáneas obtenidas en Europa, África Occidental o América con el fin de ofrecer "un paseo por rincones lejanos donde la imagen busca amigos". La última suma referencias al diseño de libros y su realización, tarea a la que el autor navarro ha dedicado la mayor parte de los últimos 20 años.

Con el color y la luz como principales herramientas de trabajo, Otero hace hincapié en el recorrido y en la gente que ha encontrado en el camino "más que en la fotografía en sí". No se decanta a la hora de escoger una luz especial para la fotografía entre tantos lugares que ha conocido: "Quizás la luz del Baztán en un día nublado de tormenta, el color del Mediterráneo o la luz abrasadora de África".

Sin una temática definida, el autor retrata paisajes o ciudadanos de lugares que van desde Londres a Malí, de Senegal a Canadá. "Si acaso el hilo conductor es mi estilo propio que ha tenido un desarrollo natural. La coherencia de un proceso de aprendizaje que me ha llevado a transmitir lo que he sentido en cada momento", concluyó.

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