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Izpisúa pedirá autorización para un proyecto de clonación terapéutica

El científico investigará en células madre embrionarias para regenerar el corazón dañado

Javier Sampedro

El Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, liderado por Juan Carlos Izpisúa, presentará en los próximos días al Ministerio de Sanidad un proyecto de investigación con células madre embrionarias para reparar el corazón. El plan, que supone una colaboración con la Universidad de Harvard (Massachusetts) y el Instituto Salk (California), incluye dos aspectos polémicos: la clonación terapéutica y la generación de embriones híbridos de ratón y humano. El objetivo es convertir las células madre embrionarias en células capaces de regenerar el corazón.

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Izpisúa avanzó ayer las líneas del proyecto junto a Kenneth Chien, recién nombrado director del Centro de Investigación Cardiovascular del Hospital General de Massachusetts, y miembro del nuevo Instituto de Células Madre de la Universidad de Harvard. Ambos científicos intervinieron en el simposio Del trasplante de órganos a la terapia celular, organizado por el Ministerio de Sanidad.

Chien es cardiólogo, y un líder mundial en el campo del desarrollo del corazón. Acaba de publicar en Nature (10 de febrero) el descubrimiento de un grupo de células, llamadas cardioblastos, que ocupan una pequeña zona del corazón del recién nacido, y que son capaces de convertirse en tejidos cardiacos maduros que laten al unísono con el resto del órgano.

"Queremos explorar el papel de los cardioblastos en posibles tratamientos para el corazón dañado", explicó ayer Chien. "Estamos muy interesados en colaborar con Juan Carlos [Izpisúa] para convertir las células madre embrionarias en estos cardioblastos, que después pueden generar músculo cardiaco completamente funcional".

Chien se manifiesta convencido de que el proyecto de colaboración es "una oportunidad muy interesante". Explica que España cuenta con buena investigación básica en biología del desarrollo, y también con una buena red clínica, incluida la Organización Nacional de Trasplantes. "El objetivo futuro de estas técnicas es aplicarlas a la medicina", dice, "y España está en buena posición para facilitar esa traslación de lo básico a lo clínico".

Los científicos saben que las células madre embrionarias son capaces de convertirse en cualquier tejido humano, pero todavía no controlan el proceso, y deben aprender a hacerlo si quieren generar cardioblastos útiles en medicina. La necesidad de estos estudios básicos conlleva la parte más polémica del proyecto: la generación de embriones híbridos de ratón y humano.

"La líneas de células madre embrionarias difieren en su potencial para generar unos u otros tejidos", explica Izpisúa. "La forma óptima de seleccionar las mejores líneas para producir células del corazón es tomar células madre humanas e integrarlas en un embrión de ratón. En ese entorno, las células revelan su potencial para producir cada tipo de tejido. Además, en ese sistema se podrán identificar los factores esenciales que conducen a la célula a uno u otro destino diferenciado".

El científico también quiere abordar la clonación terapéutica, o generación de un embrión genéticamente idéntico a un paciente. El embrión no será implantado en una mujer (clonación reproductiva), sino destruido para obtener células madre. En un futuro, estas células podrán usarse para trasplantar al paciente sin rechazo inmunológico. Más a corto plazo, servirán para estudiar a fondo la enfermedad del paciente en cuestión, y para probar nuevos fármacos contra esa dolencia antes de abordar ensayos clínicos con personas.

La clonación terapéutica no está permitida en España. Su aprobación o prohibición definitiva se incluirá en la próxima Ley de Biomedicina, prevista para este año. Esta parte del proyecto catalán deberá, por tanto, esperar a que se tramite el nuevo texto legal.

Juan Carlos Izpisúa (izquierda) y José Cibelli en la inauguración ayer del simposio.
Juan Carlos Izpisúa (izquierda) y José Cibelli en la inauguración ayer del simposio.EFE

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