Zapatero ofrece en Comillas todo el apoyo del Gobierno a la nueva universidad del español

José Luis Rodríguez Zapatero hizo arrancar ayer de manera oficial y comprometida la universidad del español, que tendrá su sede en Comillas (Cantabria). El presidente del Gobierno, el primero que realizó ayer una visita oficial a la región, ofreció ante todas las autoridades cántabras, con la presencia destacada del presidente regional, Miguel Ángel Revilla, "todo el apoyo de ideas, iniciativas y presupuestario" al Proyecto Comillas, que calificó como "Instituto de Estudios Hispánicos", un espacio donde se quiere levantar un centro de investigación, divulgación y enseñanza del castellano a nivel internacional, que tendrá su sede en el antiguo seminario de los jesuitas, un edificio neomudéjar de 1882 ahora en ruinas.

A las once de la mañana lucía un sol muy poco habitual en el otoño avanzado, que dejaba ver los Picos de Europa nevados al fondo y el Cantábrico de frente. Varios comillanos se acercaron hasta el seminario para aplaudir la visita del año y recibir a base de piropos a Zapatero. Se presentó acompañado de Revilla y la vicepresidenta regional, del PSOE, Dolores Gorostiaga (el Gobierno cántabro se formó gracias a un pacto entre el PSOE y el Partido Regionalista de Cantabria, que lidera el presidente autonómico) -además de Alfredo Pérez Rubalcaba, diputado del PSOE por Cantabria-. Para ellos, es "el proyecto del siglo", dice Revilla, una iniciativa que le presentó en su primera entrevista oficial en Moncloa poco después de la investidura de Zapatero y que ayer se confirmó de manera tajante al anunciarse que tanto el Gobierno regional como el central aportarán un millón de euros cada uno para que comience a andar este sueño por el que pocos apostaban hasta hace poco en la región.

El presidente Zapatero visitó el edificio y quedó muy impresionado por sus posibilidades, hasta el punto de afirmar, después de verlo, que es un lugar donde se puede desarrollar "un gran proyecto de entidad internacional". Queda, eso sí, todo por hacer para llegar a lo que se ambiciona, un lugar con capacidad para 9.000 alumnos al año, con 370 residentes diarios, que cree 120 empleos directos y 300 indirectos. En primer lugar, comprar el edificio, que actualmente es propiedad de Cajacantabria y por el que van a desembolsarse 9 millones de euros. Después, remodelarlo, adaptarlo al máximo nivel y ponerlo en marcha, algo para lo se requieren 130 millones, que aportarán ambos gobiernos en colaboración con instituciones privadas e instituciones oficiales, como el Instituto Cervantes, que van involucrándose.

El proyecto encaja perfectamente en lo que será la política de expansión del español del Gobierno Zapatero, un capítulo hasta hoy excesivamente disperso y sin centros de formación específicos, que ayer, ya en la Asamblea de Cantabria, en Santander, donde se le ofreció una recepción, aseguró: "Éste es un proyecto de difusión, investigación de la lengua, que requiere un esfuerzo importante para que sea de vocación universal y atraiga a personas de todo el mundo. Por eso, en esta idea debe participar toda la sociedad de Cantabria", animó. Revilla -de quien Zapatero aseguró que era "alguien a quien resulta difícil decir que no por su tenacidad, su afán y su simpatía"- dijo que el de ayer era "uno de los días más felices" de su vida y que Zapatero había cumplido lo que le prometió en verano. "Ha venido para certificar que el de Comillas es un proyecto de Estado", dijo el presidente regional.

El presidente Zapatero dejó claro en su intervención que las políticas culturales son parte esencial de su acción gobernante y explicó su filosofía de cohesión, en la que entran en juego proyectos como Comillas. "Mi presencia aquí viene a subrayar y expresar mi compromiso con Cantabria, donde no vamos a regatear ningún esfuerzo, y con el futuro en forma de conocimiento, cultura y educación, que son los pilares que hacen girar el rumbo de la historia", dijo. "Debemos conseguir una fortaleza cultural con dimensión universal y esta tierra es cuna de la historia de España y cuna de lo que representa ser y pensar en español, como algo que abre las puertas en todo el mundo", afirmó. Y nunca utilizando el idioma como arma arrojadiza, sino "como una manera de entender nuestro país a base de diálogo y cohesión, en la que cabe toda nuestra riqueza, con la diversidad de nuestras tierras y nuestras lenguas, que son bienes a fomentar".

Plazos

A las palabras les siguen los plazos y éstos empiezan a cumplirse a partir de hoy. La dotación presupuestaria está en las cuentas del Estado y los planes ya han entrado en funcionamiento. Pero faltan algunas cosas urgentes, como la definición de los contenidos de los que se ocupará esencialmente Comillas. En principio, se dedicará principalmente a la formación de profesores de español para todo el mundo, como ha sugerido, entre otros, Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, un capítulo muy disperso que hasta hoy no cuenta con centros especializados. Además del de Comillas, existen otros dos en proyecto, uno en Alcalá de Henares y otro en Salamanca, que también apoya el Instituto Cervantes, el principal necesitado de estos profesionales. Sin embargo, no será ésta la única vocación de Comillas. También pretende alzarse como un gran centro de estudios de traducción, así como un foco de difusión del español para estudiantes extranjeros, entre otras cosas.