ELECCIONES EN CATALUÑA
La campaña que más expectación ha levantado en los 23 años de autonomía catalana tocó ayer a su fin. Han sido 15 días probablemente más provechosos que en anteriores ediciones. Los sondeos subrayan que hay muchos indecisos y los trackings de los partidos mayoritarios (encuestas diarias que marcan las tendencias del electorado) no muestran nítidamente quién cruzará primero la meta, si el socialista Pasqual Maragall o el convergente Artur Mas, aunque otean una ligera ventaja del primero.
ELECCIONES EN CATALUÑA
Convergència i Unió (CiU) quiso demostrar ayer que, pese a la retirada de Jordi Pujol y a presentar un nuevo candidato, Artur Mas, es capaz de movilizar a miles de simpatizantes nacionalistas y que todavía tiene posibilidades de alzarse con la victoria el próximo domingo.
El candidato del PSC, Pasqual Maragall, se comprometió ayer a impulsar 10 medidas de forma inmediata -en medio año- si gana las elecciones y forma Gobierno. Algo así como una síntesis del núcleo duro de su programa, que incluye abrir de inmediato el proceso de reforma del Estatut y algunas de las medidas más emblemáticas del llamado "programa social del cambio".
Convencidos de que el domingo darán un salto espectacular, los republicanos cerraron ayer su campaña electoral en un ambiente de euforia al que su candidato, Josep Lluís Carod, añadió además un elevado tono emocional, con continuas referencias a la historia de ERC, a las figuras de los presidentes Macià y Companys, a los duros años de la dictadura y a la reafirmación rotunda del independentismo.
La campaña ha terminado, aunque falte lo más importante: los resultados, pero si del líder de ICV-EUiA, Joan Saura, dependiera la elección ya está hecha: "Prefiero tener 7 u 8 diputados y estar en el Gobierno que tener 11 y estar en la oposición", aseguró ayer.
Adolf Beltran (Valencia) | Valencia
La sociedad civil valenciana está más abierta a las expectativas de las elecciones catalanas que los partidos políticos
Uso compulsivo del teléfono móvil y de Internet, adicción al sexo y propensión a caer en redes sectarias. Éstos son algunos de los nuevos peligros sociales que acechan a los catalanes y de los que ayer alertaron los profesionales de Atención e Investigación de Socioadicciones.