El 'chat', el móvil y el sexo son las adicciones que más crecen en Cataluña

Uso compulsivo del teléfono móvil y de Internet, adicción al sexo y propensión a caer en redes sectarias. Éstos son algunos de los nuevos peligros sociales que acechan a los catalanes y de los que ayer alertaron los profesionales de Atención e Investigación de Socioadicciones. El director médico de esta entidad, Josep M. Jansà, afirmó, en unas jornadas de la Secretaría General de Juventud, que más de 100.000 catalanes pueden estar atrapados en redes sectarias.

Ansiedad, palpitaciones y sudores. Podría ser perfectamente el cuadro médico de cualquier enfermedad considerada tradicional, pero también forma parte de la síntomatología que presentan los adictos al teléfono móvil cuando se les impide el acceso a este aparato. Y cada vez son más.

Psicólogos y expertos en adicciones sociales se reunieron ayer en Barcelona para evaluar y alertar a la sociedad de la necesidad de que las instituciones se preparen para hacer frente a las nuevas dependencias, entre ellas las relacionadas con las nuevas tecnologías. No en vano los expertos reunidos por la Secretaría General de Juventud y el Colegio de Psicólogos de Barcelona coincidieron en afirmar que no sólo aumenta el número de personas con problemas de adicciones, sino que éstas cada vez están más diversificadas.

El director médico de Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS), Josep Maria Jansà, aseguró que la dependencia del móvil y de Internet está creciendo, a la par que la adicción a las compras, aunque todavía no han desbancado a la televisión.

Los participantes en la jornada insistieron en la necesidad de que la sociedad se tome en serio este nuevo problema puesto que en Japón, país donde Internet tiene mayor implantación, ya se han descrito casos de personas que no salen de casa y sólo se relacionan con el exterior a través de Internet.

Capítulo aparte merecieron los problemas relacionados con grupos de carácter sectario. Jansà, experto en investigación de sectas, alertó de la aparición de un creciente número de entidades que, presentándose como grupos de autoayuda y crecimiento personal, intentan alienar a sus usuarios para utilizarlos en beneficio propio. "No se puede generalizar ni atacar a las personas que practican estas terapias, pero sí hemos observado que algunas personas de estos grupos no ayudan en nada a quienes acuden a ellos, sino todo lo contrario", afirmó.

Este experto en sectas también alertó del aumento de la influencia de grupos "integristas" católicos, según él representados por grupos como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. En opinión de Jansà, estos grupos han recibido un nuevo impulso con la llegada del Partido Popular al gobierno de España. "Es de conocimiento público que destacados miembros del partido del Gobierno pertenecen a estos grupos, algo que, sin duda, ayuda a que grupos como los Legionarios de Cristo ganen aceptación social".