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La ola de calor dispara los costes económicos de agricultores y ganaderos

Las altas temperaturas exigen más riegos y origina el recorte de la producción cárnica

Alejandro Bolaños

La Consejería de Economía tuvo que revisar a la baja hace unos días su previsión de crecimiento económico en Andalucía para 2003. Y centró en el sector primario las razones de la rebaja: "puede tener una disminución de su valor añadido de entre un 5% y un 8%". Una revisión que puede quedarse corta, debido al repunte de costes y los descensos de producción que afrontan ahora agricultores y ganaderos tras dos semanas de intenso calor.

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El campo andaluz empezó la campaña con buenos precedentes (el valor de la de 2002 superó los 9.000 millones de euros, registro récord) y mejores augurios: como el año anterior, el agua acumulada en los pantanos garantizaba los riegos. Los primeros avances de producción indicaban que la cosecha que termina este año sería sólo ligeramente inferior a la que acabó en 2002. El consejero de Agricultura, Paulino Plata, adelantó en julio que la campaña hortícola, la más temprana, se ha mantenido estable, con una producción superior (2,6 millones de toneladas) y un valor global algo inferior (1.454 millones de euros).

Sin embargo, en otros cultivos y producciones, la ola de calor de este mes, que ya tuvo su avance en el valle del Guadalquivir en junio, rebajará sensiblemente las previsiones. "En los cultivos de riego, hay sobre todo un problema de encarecimiento de costes", explica José Vázquez, técnico de Asaja. Las reservas de los embalses han permitido que los cultivos no se echen a perder, pero a costa de "muchos riegos extra". Según las cuentas de las asociaciones agrarias Asaja y COAG, los cereales, ya recolectados, apenas se han visto afectados por la ola de calor.

Pero la mayor necesidad de agua sí está pasando factura a los árboles frutales, la aceituna de mesa, el algodón y, en menor medida, el maíz y el girasol. A los costes de los riegos extraordinarios, hay que sumar que los frutos "tienen menos tamaño" y caen antes. Algo que, según el técnico de Asaja, tendrá incidencia en la cosecha de aceituna de molino. La Consejería de Agricultura estimó hace dos meses que la producción de aceite de oliva rondará las 650.000 toneladas, 200.000 menos que en 2002 (año récord). El calor puede hacer disminuir aún más esa estimación en un cultivo que supone el 25% de la producción final agraria.

El intenso calor ha llevado también a adelantar la vendimia (sólo la producción de uva pasa en Málaga parece seriamente perjudicada). Ha disminuido el nivel de azúcar de la remolacha. Y ha reforzados las plagas. "Casi siempre vienen juntos", explica Vázquez. UPA ha calculado que la resistencia del heliotis (un gusano que ataca el fruto) a los herbicidas puede causar un recorte del 15% en la producción algodonera (Andalucía acapara el 90% de la producción española), además de más costes por la necesidad de aumentar las dosis de fitosanitarios.

Menos pollos y más caros

Donde el calor ha hecho mella es, sobre todo, en la producción cárnica. Elvira Domínguez, técnica de COAG, indica que la "gran mortandad en las granjas" ha rebajado la producción de pollos en un 30%, lo que unido al incremento de la demanda por la llegada de turistas ha situado el precio en 1,2 euros por kilo, cuando en primavera se situaba en la mitad. La falta total de pastos, ha exigido a los ganaderos la compra de piensos, aunque el calor incide en que los animales, inapetentes, alcancen menos tamaño. En la cabaña porcina, se espera además una exigua montanera, lo que multiplicará de nuevo los costes y rebajará la calidad.

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