El Instituto Nacional de Meteorología anuncia que la ola de calor durará al menos ocho días más
El Papa invita a los fieles a rezar para que "la tierra reciba el alivio de la lluvia"
Las altas temperaturas se siguen manteniendo con valores entre los 45 grados de máxima y los 24 de mínima en el interior de Andalucía y en Extremadura, aunque la tendencia es que dentro de unos ocho ó diez días comiencen a suavizarse por el norte, según han informado fuentes del Instituto Nacional de Meteorología (INM).
Sobre las causas de esta insistente ola de calor, las mismas fuentes han explicado que "la circulación" de la masa de aire caliente instalada en la Península "está estancada y no hay movimiento, día tras día". De esta forma, la situación meteorológica en los próximos días será estable, aunque las predicciones indican que a partir del octavo o décimo día es que comience a "suavizarse por el Norte".
La peor parte de esta ola de calor se la llevarán Andalucía y Extremadura. Se prevén altas tempreraturas en Cáceres y Badajoz, especialmente en el valle del Guadiana, donde pueden llegar a superarse los 45 grados. También en Córdoba y Sevilla, especialmente para el Valle del Guadalquivir, se prevén temperaturas de hasta 45 grados. Por esta razón, la Dirección General de Protección Civil mantiene los avisos a las delegaciones de Gobierno de Andalucía y Extremadura.
50 muertos en Francia
La ola de calor ha provocado la muerte a casi una veintena de personas en España. Otras seis personas, todas de edad avanzada, murieron en Andalucía en los últimos días debido a patologías graves acentuadas por las altas temperaturas, aunque los médicos no consideran que estos fallecimientos estén provocadas directamente por golpes de calor.
Esta misma ola de calor que asola España afecta a todo el suroeste y oeste europeo. Así, el Reino Unido alcanzó ayer la temperatura más alta de su historia en el aeropuerto de Heathrow, al suroeste de Londres, donde se registraron 37,9 grados centígrados a las 13.50 hora local, según anunció el Centro Meteorológico de la capital británica. El anterior récord que tenía el país era de 37,1 grados, registrados el 3 de agosto de 1990 en Cheltenham, en Gloucestershire (sur de Inglaterra). La ola de calor ha cambiado el paisaje e incluso las costumbres de los británicos. Las playas y los parques de todo el país están llenos a rebosar y el consumo de helados se ha disparado, así como el de cerveza.
Mientras, en Francia, la ola de calor dejó un balance de 50 fallecidos en la región de París en los últimos cuatro días. Incluso el papa Juan Pablo II se refirió ayer al calor durante el rezo del Angelus. El Sumo Pontífice invitó ayer a los fieles a rezar para que la "tierra sedienta" reciba "el alivio de la lluvia".
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