SOMBRAS EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
El Banco de España publicó ayer una batería de datos que arrojan más sombras sobre la situación de la economía española. Los beneficios de las empresas cayeron un 47,6% en la primera mitad del año, arrastradas por la crisis en Latinoamérica y el fracaso de la nueva telefonía móvil (UMTS). Además, la entidad destaca un fallo en las expectativas de recuperación en el primer semestre y una reducción del consumo por el pesimismo sobre el futuro económico.
La compra de una vivienda resulta cada vez más costosa. El precio de los pisos se ha incrementado un 48% entre finales de 1998 y 2001, según los datos del Banco de España, que advierte además de que no existen 'signos claros de desaceleración en su ritmo de avance'.
Galileo, el sistema europeo de navegación por satélite, vuelve a tener problemas. Alemania e Italia pelean por ver qué país es el que pone más dinero para controlar el programa en el seno de la Agencia Espacial Europea (ESA). El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ha pedido al canciller alemán, Gerhard Schröder, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que pongan fin a sus diferencias.
Poco dura la alegría en las bolsas. El fuerte rebote en la sesión del pasado miércoles dio paso ayer a una pronta recogida de beneficios por el temor de los inversores a la crisis. Fue una sesión sin rumbo, con alzas y bajas que se generalizaron con la apertura negativa de Wall Street.
La interconexión de redes eléctricas entre países permite en toda Europa la convergencia de precios, salvo en España, donde se mantienen 'significativamente más altos'. La razón de que el precio mayorista de la luz sea en España más alto que en el resto de la UE se podría deber a la 'considerable concentración del mercado español'.
El Pleno del Congreso aprobó ayer el proyecto de Ley de IRPF, que aún debe pasar por el Senado y la vuelta al Congreso para su entrada en vigor en 2003. El PP y CiU introdujeron mejoras fiscales para los propietarios de pisos que alquilen sus viviendas.
Los 29 puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos seguían ayer paralizados por tercer día consecutivo por un cierre patronal en respuesta a los paros intermitentes de los estibadores en las pasadas semanas.