Compromiso estético
En algunos manuales de literatura hispanoamericana, la personalidad literaria del escritor argentino Tomás Eloy Martínez todavía ofrece algunas complicaciones a la hora de situar su obra en un contexto estético o corriente determinados. En trabajos más especializados, su papel en la narrativa argentina contemporánea conviene a algunos ensayistas integrarlo en el capítulo de 'literatura de interés por la situación nacional'. Así de fácil. Sin embargo, si se lee con atención y una mínima exigencia interpretativa, algunas de las novelas más relevantes del narrador suramericano ofrecen algo más que aquella limitada clasificación. Ofrecen, sobre un paisaje social e histórico indudables de la Argentina contemporánea, un trabajo de composición novelístico y de compromiso estético verdaderamente notables.
Su obra ha sido traducida a varios idiomas. Aparte de su libro de cuentos Lugar común la muerte (1979) y su libro de ensayo Estructura del cine argentino (1961), sus novelas, Sagrado (1969),La novela de Perón (1985), La mano del amo (1991) y Santa Evita (1995), confirman una vocación desmitificadora (la vocación del excelente periodista y del ensayista que también es), pero también ratifican una vocación entregada a las más exigentes leyes de la ficción.
De ello encontramos sobradas razones en Santa Evita,
una novela alegórica que hurgaba en el esperpéntico manoseo a que fue sometido el cadáver de Eva Perón, uno de los más duros relatos sobre el imaginario de una sociedad, pero que a la vez también indicaba un modelo de transfiguración literaria de extrema belleza.