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Tropas australianas abordan el barco noruego cargado de refugiados para echarle de su costa

Noruega pide a la ONU que resuelva el caso de los 438 desplazados a bordo del 'Tampa'

Noruega ha llevado la negativa de Australia a dejar llegar a sus costas al carguero noruego Tampa ante la ONU, la Cruz Roja, la Organización Marítima Internacional (OMI) y otras instancias internacionales, según indicó ayer en Oslo el ministro noruego de Asuntos Exteriores, Thorbjoern Jagland. 'Noruega no ha pedido asistencia directa por el momento, pero les hemos dado una idea de la situación extraordinaria que prevalece a bordo del barco', añadió Jagland, subrayando que la Convención Internacional de 1951 para los Refugiados estipula que las naúfragos rescatados en el mar deben ser desembarcadas inmediatamente en el puerto más cercano. A su vez, la OMI subrayaba el hecho de que el comandante del barco había hecho 'lo que tenía que hacer'.

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El Tampa, que recogió a los inmigrantes el domingo, cuando el barco en el que viajaban naufragó en aguas internacionales, permanece amarrado desde el lunes a pocos kilómetros de la isla australiana de Navidad, a unos 1.500 kilómetros de la costa de Australia y a 350 de la isla indonesia de Java. Howard justificó el abordaje en que el capitán del buque, Arne Rinnan, había roto el acuerdo con las autoridades de no entrar en aguas australianas.

Sin embargo, la empresa propietaria del buque noruego, Wallenius Wilhemsen, condenó la actuación llevada a cabo por 34 soldados australianos, quienes habían partido en tres veleros de la isla de Navidad. El portavoz de la naviera, Hans Bangsnoen, acusó a Australia de 'interpretar las leyes marítimas internacionales' y señaló que demandará al Gobierno de Canberra por piratería si el capitán del buque es obligado a dirigirse hacia aguas internacionales.

Los desheredados del Tampa, 438 refugiados afganos que huyen de la violencia política del régimen talibán de Kabul, decidieron ayer poner fin a su huelga de hambre, según informó la compañía. Irónicamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Afganistán, Wakil Ahmad, reclamaba ayer a la ONU que ayudase a los futuros refugiados.

En principio, la decisión del capitán de dirigirse rumbo a Navidad se debió a que la situación de los inmigrantes se había deteriorado significativamente. Además, la ayuda médica ofrecida 48 horas antes, cuando el capitán emitió la señal de peligro, nunca llegó. Estaba previsto que un equipo sanitario formado por médicos, además de medicinas, comida y agua, llegara ayer al barco noruego, donde se encuentran al menos cuatro mujeres embarazadas y 43 niños. Según el capitán del barco, les quedan provisiones para menos de diez días.

Por su parte, la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), pidió ayer a los Gobiernos de Australia e Indonesia 'una solución humanitaria' a la crisis. Amnistía afirmó que 'esto es una crisis humanitaria y que una respuesta compasiva debería involucrar a ambos países [Australia e Indonesia] pues no es momento para esconderse detrás de tecnicismos legales'. Sin embargo, explica AI, Australia debería tomar ahora cartas en el asunto porque el buque se halla más cerca de su territorio y este país ha ratificado la Convención de la Ley del Mar y la Convención para los Refugiados de 1951.

REUTERS

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