España advierte de que no 'malvenderá' Aerolíneas a un comprador insolvente

'Estamos abiertos a cualquier sugerencia de privatizar Aerolíneas y corresponde a otros tomar las decisiones a este respecto', declaró ayer Montoro en una rueda de prensa celebrada en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander. 'El Gobierno español está dispuesto a asentar las condiciones económicas que garanticen la viabilidad futura de la empresa', añadió. 'El Gobierno español no tiene el menor interés en quedarse con Aerolíneas cuando acaba de privatizar Iberia', añadió el ministro de Hacienda.

No obstante, Montoro precisó que el potencial comprador de la empresa 'debe ser solvente' para evitar 'malvenderla', ya que 'eso no es resolver un problema económico, sino crearlo'. Ayer, la compañía peruana Aerocontinental anunció su intención de comprar Aerolíneas. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) dijo que contactará con la compañía para conocer la oferta.

A pesar de que Montoro descartó hacer recomendaciones directas, sus palabras confirmaron que es el Gobierno argentino el que tiene que mover ficha ahora y que España sólo está dispuesta a ayudar si se le presenta un plan de viabilidad con el que pueda estar de acuerdo. En caso contrario, no habrá una peseta más. En la víspera de que el consejo de administración de Aerolínas declare la suspensión de pagos, la presión sobre el Ejecutivo del presidente Fernando de la Rúa aumenta. Una parte del Gobierno argentino está en favor de la renacionalización.

Renacionalización

En Buenos Aires, el sindicato de mecánicos (APTA) reclamó ayer en una marcha ante el Congreso la 'recuperación de la línea de bandera para el patrimonio nacional' y exigió al Gobierno que 'se haga cargo de la compañía'. APTA es el sindicato que no ha aceptado el plan de ajuste diseñado por la SEPI, que controla el 91,2% de la compañía. Ante la negativa, la SEPI anunció que no invertiría más en Aerolíneas y que presentaría la suspensión de pagos. La marcha fue una de las casi medio centenar convocadas para ayer en Argentina para manifestar el malestar social, informa Carlos Ares.

Ayer fue el día en que se conmemoró la creación de la bandera argentina y ello, unido a que la línea aérea es la de bandera, imprimió a la movilización la cuestión de la defensa de la soberanía. Para hoy está previsto una gran marcha de la CGT disidente, que aglutina los sindicatos más duros y enfrentados con el Gobierno, cuyo mensaje central se prevé que vaya en contra de las medidas de ajuste económico y en favor de la continuidad de Aerolíneas. Esta fracción de la CGT fue la que convocó la última huelga general del pasado 8 de junio, que se convirtió en una jornada contra las empresas españolas.

La CGT disidente ha respaldado en varias ocasiones a APTA. A este respecto, Montoro destacó su incomprensión ante la actitud de los sindicatos de trabajadores de la compañía. 'No entiendo el empecinamiento de determinados sindicatos, porque cuando están haciendo eso no están defendiendo a la empresa, sino perjudicándola y puede que lo estén haciéndolo por otro tipo de razones, en cuyo caso, les instó a explicarlo a la sociedad argentina', dijo.

'Este tipo de reacciones que se dan por una parte muy aislada de la sociedad argentina y de las fuerzas políticas de Argentina es una reacción no antiespañola, sino antiargentina, ya que, así se perjudica el crédito internacional de Argentina, al tiempo que se profundiza en su crisis económica', añadió Montoro.