La crisis de las 'vacas locas' reduce a una tercera parte los sacrificios
El sector pide a la Generalitat que transmita un mensaje 'claro'
La enfermedad de las vacas locas ha comportado que se reduzcan a una tercera parte los animales que se sacrifican cada semana en Cataluña, explicó ayer el consejero de Sanidad, Eduard Rius, en Manresa. De los 600 animales semanales de más de 30 meses que se sacrificaban se ha pasado ahora a una cifra entre 180 y 200 animales, con reses que tienen 24 meses. Una comisión interdepartamental de la Generalitat se reunió ayer con el sector para buscar soluciones a su crisis económica.
El sector cárnico pasa por una grave crisis económica como consecuencia de la caída del consumo que demuestran estas cifras. Representantes de los carniceros, tocineros, transportistas y de la industria de los mataderos se entrevistaron ayer con responsables de los departamentos de Agricultura, Industria, Trabajo, Sanidad y Medio Ambiente de la Generalitat para buscar soluciones a la crisis surgida por la enfermedad de las vacas locas.
Los representantes de los carniceros y de la Administración autonómica coincidieron en señalar que se debe transmitir un 'mensaje claro y corto' a los consumidores en relación con la encepalopatía espongiforme bovina (EEB) y sus consecuencias en la salud de las personas para evitar así una profundización de la crisis del sector.
Fuentes de la Generalitat informaron ayer de que la reunión de trabajo no tomó ninguna determinación específica, sino que los subsectores afectados por el descenso de los precios y de las ventas de carne de vacuno expusieron sus peticiones, que los responsables administrativos estudiarán en los próximos días.
El director general de Consumo y Seguridad Social, Albert Sabala, indicó tras la reunión que en la misma se trataron todos los asuntos que afectan al sector, aunque precisó que no pueden encontrar soluciones de un día para otro, por lo que se emplazó a las partes a reunirse de nuevo en la próxima semana.
'En el caso de la fiebre aftosa', indicó el consejero Rius, 'la actuación ha sido contundente e inmediata por parte de la Unión Europea; ya nos habría gustado que hubiese sido de la misma intensidad cuando ocurrió el primer caso de las vacas locas en el Reino Unido'. Eduard Rius agregó que 'este tipo de actuación es la que se debería llevar a cabo' para dar seguridad al ciudadano.
Laboratorios
A juicio de Rius es fundamental insistir en la información y dijo una vez más que hay garantías para el consumo de ternera en Cataluña tanto porque se consumen animales jóvenes, menores de un año y, por tanto, sin posibilidades de haber desarrollado la enfermedad, como por las medidas que se han tomado -por ejemplo, la prohibición de poner a la venta algunas partes, denominadas materiales específicos de riesgo, como los ojos, el cerebro o la medula-. Rius agregó: 'Lo que hoy está en el mercado tiene garantía sanitaria'.
Los cuatro laboratorios que el Departamento de Sanidad ha dispuesto a fin de realizar las pruebas para el análisis de la encefalopatía espongiforme bovina, la denominada enfermedad de las vacas locas, tienen una capacidad muy superior a las necesidades actuales de Cataluña. Todo ello gracias a que se ha producido una caída en el número de sacrificios de reses de más de 24 meses (el consumo de carne de vacuno se ha reducido a la mitad) y, además, desde la semana pasada, en Cataluña se ha iniciado la campaña de intervención según la cual cada ganadero puede decidir destruir animales directamente sin análisis previo.
Desde el pasado 16 de febrero, se destruye el ganado bovino de más de 30 meses sin análisis previo, y en estas dos últimas semanas se han sacrificado 543 reses, lo cual también da cuenta del gran volumen de animales que no han encontrado salida en el mercado y que sus propietarios han decidido vender al Servicio de Regulación de Mercados Agroalimentarios, del Departamento de Agricultura, para poder ingresar algún dinero por estos animales.
En estos momentos, la Generalitat tiene tres laboratorios operativos para llevar a cabo el test priónico: el de Salud Pública de La Seu d'Urgell, el de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, el de Salud Pública de Manresa y, dentro de pocas semanas, otro laboratorio en Girona.
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