El Vaticano da un apoyo con matices a la 'vía italiana' para la clonación
El Vaticano, a través de su periódico L'Osservatore romano, dio ayer un cauto sí a la vía italiana para la clonación con finalidad terapéutica, propuesta el jueves por el ministro de Sanidad, Umberto Veronesi. El ministro hizo suyas el jueves las conclusiones de un estudio realizado por 25 expertos que propone el desarrollo de una técnica de clonación que utiliza huevos no fecundados para obtener células madre con las que desarrollar tejidos que puedan servir para curar determinadas enfermedades. Con la elección de esta tecnología, el Gobierno trata de evitar el problema ético que conlleva la manipulación de los embriones humanos, algo que el Vaticano rechaza frontalmente. El informe Dulbecco (llamado así por Renato Dulbecco, premio Nobel que ha presidido la comisión) recomienda, además, la utilización de los embriones congelados para la investigación científica. En este punto, el Vaticano disiente. Ante este rechazo, el ministro Veronesi replicó: "Los católicos deberán esclarecer qué hacemos con los embriones que hay en los congeladores".
El periódico de los obispos italianos, Avvenire, tituló ayer en primera página: "Embriones, un paso azaroso", y echa agua fría sobre el entusiasmo de algunos sectores católicos diciendo que la viabilidad de la vía italiana para la clonación "no está suficientemente demostrada".
El diario vaticano L'Osservatore romano mantiene que el método propuesto por el informe "es ventajoso" porque evita, en cierto sentido, la formación de embriones. El cardenal Ersilio Tonini afirma en el periódico La Stampa, de Turín: "Estoy satisfecho del documento, siempre que sea bien entendido".
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