El candidato republicano desconfía de que Gore se rinda ante las dos derrotas judiciales
Compareciendo ante sus compatriotas delante de un decorado navideño, George Bush se declaró anoche "muy satisfecho" por las dos decisiones judiciales que despejan su camino hacia la Casa Blanca. Pero, cuando los periodistas le preguntaron sobre el asunto, no quiso sumarse a los llamamientos de Dick Cheney y Colin Powell, los puntales de su futuro Gobierno, para que Al Gore acepte su derrota. "Sé que ésa es una decisión muy difícil para él y que la adoptará cuando considere que eso es lo mejor para la nación", declaró Bush.