El ex dictador quedará tras la decisión en manos del juez que investiga las 154 querellas en su contra
Después de que el Senado sea notificado por la Corte Suprema de que el senador vitalicio Augusto Pinochet perdió su fuero parlamentario, la primera diligencia que se cumplirá, el caso de la caravana de la muerte, regresará al juez Juan Guzmán, quien investiga las 154 querellas contra el ex dictador. El magistrado, que se reintegrará el próximo lunes a su trabajo, tras sufrir una baja médica, tiene amplias atribuciones como instructor para adoptar las decisiones futuras y conducir el caso. Guzmán puede de inmediato pedir una declaración indagatoria del inculpado Pinochet, la que habitualmente es previa a la encargatoria de reo. O bien, explicó el abogado Eduardo Contreras, quien interpuso la primera querella contra el general, el juez puede considerar que ya tuvo esta oportunidad cuando se encontraba detenido en Londres y recibió una carta rogatoria suya, interrogándolo, cuyas preguntas Pinochet se negó a contestar, aunque en su respuesta por escrito se planteó como inocente ante los cargos que le hacen.
Paralelamente, Guzmán puede ordenar que se le practiquen exámenes médicos, físicos y mentales a Pinochet, de 84 años, a los que tiene derecho toda persona mayor de 70. Si el resultado de los exámenes indica que el ex dictador está demente senil o padece locura, es declarado inimputable, con lo que se debe cerrar el proceso. Antes o después del resultado de los exámenes médicos, Guzmán puede procesar a Pinochet. Pero los querellantes no esperarán tanto: una vez que el juez le haya tomado declaración indagatoria a Pinochet -o adopte como tal su respuesta desde Londres- pedirán el procesamiento del ex dictador. "No está claro cuándo lo haremos. En todo caso, si el juez no lo decreta primero, lo pediremos nosotros", afirmó Contreras. Al mismo tiempo, Guzmán -antes o después de los exámenes- o los querellantes deberán ordenar diligencias indagatorias. Sus acusadores han pensado pedir al juez carear a Pinochet con dos de los militares que participaron en la caravana de la muerte y realizar pruebas caligráficas.
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