El jefe del Ejército de Tierra afirma que los juicios "agotan" a los militares argentinos

El comandante en jefe del Ejército de Tierra argentino, general Ricardo Brinzoni, volvió a advertir ayer de que las citaciones judiciales y las detenciones temporales de oficiales involucrados en la represión ilegal durante la dictadura militar de los años setenta podrían "agotar" a los soldados y a las Fuerzas Armadas. Mientras, la juez Cristina Garzón ordenó la detención de seis exaltos oficiales "para que reflexionen" por negarse a declarar sobre la muerte de 30 presos políticos. Entre los detenidos figura el general Luciano Benjamín Menéndez.

En una entrevista que concedió al periódico Clarín de Buenos Aires, el general pidió permiso para contestar con una metáfora cuando le preguntaron sobre lo que podría ocurrir si los jueces civiles continúan convocando a los oficiales en los llamados Juicios de la Verdad, que sólo tienen como objetivo averiguar el destino de cada uno de los miles de detenidos desaparecidos pero no pueden terminar con sentencias ni condenas. La respuesta metafórica del general Brinzoni fue entonces la siguiente: "Cada infante debe cargar una mochila y armamento que pesa 15 kilos y se le debe exigir que rinda con esa carga, pero no nos carguen también a nosotros la mochila de quienes estuvieron en otros combates. Se corre el riesgo de agotar al soldado y a su Ejército. No deberían ponernos las mochilas de otras épocas".Según Brinzoni, "quedan menos de mil oficiales en el Ejército que tuvieron actuación durante la dictadura, sobre un total de cinco mil, y todos ellos ascendieron con acuerdo del Senado". En la pasada semana el jefe del Ejército había advertido sobre la "inquietud" y "preocupación" que existe en esta fuerza desde que se iniciaron los llamados Juicios de la Verdad en los tribunales federales de Bahía Blanca, Córdoba y la Plata. Estos procesos legales autorizan a los jueces a recibir las denuncias de los familiares de las víctimas para que se investigue el destino final de los ciudadanos que fueron secuestrados durante la dictadura militar entre 1976 y 1983.

En Córdoba, la juez Cristina Garzón ordenó, como lo indica el código penal, el arresto por cuarenta y ocho horas en la alcaldía de los tribunales, "para que puedan reflexionar", de los oficiales citados por negarse a declarar sobre el asesinato de 30 presos políticos que estaban en su área de control y responsabilidad. Entre el pasado miércoles y el viernes fueron detenidos los ex militares Pedro Mones Ruiz, Gustavo Adolfo Alsina, Osvaldo Quiroga, Francisco Daloia y los ex generales Vicente Melli y Luciano Benjamín Menéndez, ex comandante del Tercer Cuerpo del Ejército de Tierra. Las entradas y salidas de los militares de la sede de los tribunales fue seguida por insultos de militantes de las organizaciones defensoras de los derechos humanos. El general Brinzoni envió entonces de inmediato al secretario general de la fuerza para que asistiera a los detenidos y a sus familias. El ministro de Justicia, Ricardo Gil, advirtió de que "dentro de una democracia no puede haber nunca respaldo institucional a un detenido por orden de un juez".