La Unión Europea y Suráfrica firman un acuerdo de libre comercio

La Unión Europea y Suráfrica firmaron ayer en Petroria el acuerdo de libre comercio al que ambas partes se habían comprometido en marzo pasado en la cumbre europea de Berlín, pero que estuvo al borde de fracasar debido a que España y Portugal, respaldadas por Francia, Italia y Grecia, se oponían a que se firmara sin que Suráfrica garantizara que dejará de utilizar las denominaciones de origen sherry (jerez) y porto (oporto). El acuerdo supone liberalizar el 86% de las exportaciones de la UE y el 95% de las surafricanas.

La oposición francesa fue una sorpresa y se resolvió horas antes de que se firmara el acuerdo, aun cuando España y Portugal ya habían levantado sus objeciones. El acuerdo sobre la protección mutua de las denominaciones de origen de vinos y espirituosos se había convertido en una negociación al margen del pacto general, y gracias a su resolución se abre un mercado de más de 41 millones de habitantes para la UE. El acuerdo de libre comercio entrará en vigor desde el 1 de enero del 2000.En virtud del acuerdo sobre denominaciones de origen, Suráfrica no utilizará las denominaciones porto y sherry en sus exportaciones a la UE; además, las suprimirá gradualmente en todos sus mercados de exportación en un periodo de cinco años, y dejará de usarlas en su mercado interior al cabo de 12 años. Una vez finalizado ese plazo, Suráfrica y la UE "deberán acordar conjuntamente las nuevas denominaciones que serán utilizadas para sus productos en el mercado interior surafricano".

Expresiones no geográficas

Según Pau Roca, director de la Federación Española del Vino, tanto España como Portugal también quieren que se impida a otros países utilizar expresiones no geográficas como fino, oloroso o amontillado (tipos de jerez), y de calidad, como reserva o gran reserva. Roca añade que la insistencia de España y Portugal trata de defender algo así como la "propiedad intelectual" de los vinos. "Algunos países no entienden que si se protegen estas denominaciones de origen el país que las posee no tendrá interés en invertir en la comercialización de ese producto en un determinado mercado". "Un ejemplo de ello es que si Estados Unidos vende chablis falso a Japón, qué interés tendría un productor francés en competir en las mismas condiciones en el mercado japonés cuando su vino es más caro y de mayor calidad", explica Roca.Esto no lo entendían así las autoridades surafricanas, que calificaron las exigencias de estos cinco países del UE de "asuntos menores", en el marco de una liberalización comercial "vital para el futuro de la economía surafricana". A cambio de estas concesiones, la UE permitirá a Suráfrica exportar 32 millones de litros de vino (equivalente al comercio actual) libre de aranceles y prestará una asistencia de 15 millones de euros para la reestructuración del sector de vinos y bebidas espirituosas surafricano.

En el acuerdo general de libre comercio se establece la liberalización del 86% de las exportaciones comunitarias y un 93% de los envíos surafricanos al final de un periodo transitorio de entre 10 y 12 años. De esa liberalización quedarían excluidos 300 productos agrícolas considerados "sensibles" para el mercado comunitario. Al final del periodo transitorio, un 81% de las exportaciones agrícolas de la UE a Suráfrica deberían quedar liberalizadas, a la vez que un 75% de las surafricanas.

La exportaciones de la UE a Suráfrica alcanzaron los 10.423 millones de euros en 1998, según datos del Instituto Español de Crédito Exterior, mientras que las importaciones sumaron 9.700 millones de euros. España exportó a Suráfrica 58.602 millones de pesetas (352 millones de euros) e importó 93.384 millones de pesetas (561 millones de euros).