La aristocracia de los vinos franceses tiene origen humilde
La huella genética dice que las uvas más prestigiosas vienen de una variedad mala
La aristocracia de los vinos franceses puede seguir sientiéndose muy orgullosa de su calidad, pero no tanto de sus orígenes, que son realmente humildes. Hasta un progenitor prohibido varias veces en la historia francesa por la mala calidad del vino que produce -la uva Gouais blanc- se remontan los oscuros orígenes de los famosos Chardonnay, Aligote, Gamay noir y otras 13 renombradas variedades clásicas de uva.Gusten o no gusten estos antecedentes para los mejores vinos galos, no hay duda: "Estamos más de un 99,9% seguros de que Gouais blanc y Pinot son los padres originales de esas 16 variedades. En otras palabras, hay menos de una posibilidad entre un billón de que estemos equivocados", afirma la experta Carole Meredith, de la Universidad de California en Davis (EEUU).
Y no hay duda porque a estas variedades de uvas del noreste francés se han aplicado ahora las mismas técnicas genéticas de identificación que sirven para dirimir asuntos de paternidad y aclarar crímenes. Así, con la investigación de biología molecular que hoy presentan Meredith y sus colegas en la revista Science, quedan zanjadas las viejas disputas sobre el origen de las variedades de vides, basadas exclusivamente en la descripción de las características físicas de las hojas y de los frutos, que pueden variar según las condiciones medioambientales.
Meredith, una autoridad en análisis genéticos de plantas, y los franceses Jean-Michel Boursiquot y Patrice This, repasaron documentos históricos acerca de variedades de uvas y eligieron 300 de las más de 2.000 que se conservan en el Instituto Nacional de Investigación Agronómica (Monpellier). Sacaron ADN de esas 300 seleccionadas y aplicaron las técnicas de huella genética que permiten hacer un perfil excusivo de cada individuo, o variedad de vid en este caso.
Esta historia detectivesca en plantas se remonta a 1990, cuando Mark Thomas, un genetista de Australia, desarrolló un sistema para distinguir variedades de uvas basado en los llamados microsatélites, recuerda en Science el especialista Michael Hagmann. Estos microsatélites son secuencias repetidas de ADN cuya longitud varía en especímenes no relacionados entre sí.
Esto ha permitido ahora a los investigadores establecer las relaciones genéticas de las variedades de uva francesas: 16 famosas variedades, incluidas Chardonnay, Aligote y Gamay noir son descendientes directos del Gouais blanc y el Pinot. Lo curioso es que estos progenitores son muy distintos. El primero, una variedad que ya no se cultiva en Francia, es muy productivo y da uvas blancas, mientras que el segundo produce menos y sus uvas son rojas. "Gouais blanc y Pinot han sido unos padres de gran éxito tal vez por su diversidad genética", dice Meredith.
Al comentar la investigación, Meredith destaca: "El descubrimiento no sólo es históricamente sorprendente, sino que también tiene un significado práctico tanto para preservar las viejas variedades como para desarrollar otras nuevas". De hecho, Davies había realizado anteriormente investigaciones en este ámbito de gran utilidad para los viticultores californianos.
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