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CUMBRE DE RÍO

La UE trata de consolidar su presencia en el continente frente al empuje de EEUU

ENVIADO ESPECIALSi durante las últimas décadas América Latina y el Caribe fueron un frente secundario de la guerra fría, la caída del muro permite ver ahora un panorama diferente. Mientras los guerrilleros buscan un lugar en la globalización, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) compiten comercialmente en una zona que ofrece grandes perspectivas de crecimiento. Washington ya ha ganado la primera batalla con su Tratado de Libre Comercio con México, que le ha permitido duplicar, desde 1994, sus exportaciones al vecino del sur.

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El principal temor de la UE es que este fenómeno se extienda a toda América en los próximos años con la entrada en vigor del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que Washington desea poner en marcha en el 2005, y reduzca las cuotas de mercado para los europeos. La cumbre UE-América Latina y Caribe, que hoy comienza en Río de Janeiro, es la respuesta europea a este desafío. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, acude a esta reunión con su propia lista de asuntos, centrada básicamente en la próxima Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará el próximo noviembre en La Habana. Sus reuniones privadas con el presidente de México, Ernesto Zedillo, de Cuba, Fidel Castro, y de Argentina, Carlos Menem, así lo demuestran. La diplomacia española trataba de conseguir también una entrevista con el presidente de Chile, Eduardo Frei, pero habían surgido dificultades de última hora. Las relaciones entre Aznar y Frei han caído en picado como consecuencia de la detención y procesamiento en Londres del ex general Augusto Pinochet, aunque la crisis diplomática no parece haber afectado a los intereses económicos españoles en Chile, cada día más pujantes.

Aznar, por otra parte, intentará hacer valer ante sus homólogos latinoamericanos sus gestiones en el seno de la Unión Europea en favor de un trato más justo a las exportaciones del continente, sobre todo las agrícolas. Su posición decidida en favor de establecer una zona de libre comercio entre la UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Urguay) le ha valido un duro enfrentamiento con Francia, cuyo presidente, Jacques Chirac, empeñado en retrasar la apertura de negociaciones para defender los intereses agrícolas de su país, ha respondido airado a las críticas españolas.

Como si fuera una muñeca rusa, la UE ha fraccionado sus relaciones con América Latina en varias áreas en las que Mercosur y Chile son las piezas más importantes, seguidas de México. Además están los países pertenecientes al Grupo Andino (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), los de Centroamérica y el Caribe.

La UE tiene avanzadas las negociaciones para liberalizar el comercio con México, y se espera que firme un acuerdo para final de año, en un intento de recuperar posiciones ante el arrollador avance de Estados Unidos.

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Con Mercosur se ha llegado, tras duras tensiones entre los socios europeos, al acuerdo de abordar las negociaciones sobre reducción arancelaria a partir de julio del 2001.

La disputa interna europea para la apertura de negociaciones para una zona de libre comercio con Mercosur, en el que España dio la batalla frente a Francia, el Reino Unido e Irlanda, puso al descubierto las debilidades y contradicciones de la Unión Europea.

Primer socio comercial de Mercosur, la UE ha visto en los dos últimos años cómo Estados Unidos aumentaba su cuota en estos mercados, y ponía en peligro los intereses europeos.

Pero, en el fondo, lo que está en juego es algo más que el comercio. Un portavoz de un comisario europeo, que desea mantener el anonimato, destacaba la necesidad de que la UE adopte una actitud más "ofensiva" en su estrategia de implantación en esa región de América Latina. "Una asociación interregional de la UE con Mercosur y Chile tendría un gran impacto en el sector de las compras públicas y en las grandes obras de ingeniería. En estos países existe la oportunidad de conseguir grandes contratos, adjudicaciones de autopistas, ferrocarriles, modernización de puertos, mejora del transporte aéreo e, incluso, grandes contratos de defensa", asegura.

"Foto de familia" especial

La cumbre de Río, que debe concluir mañana, es un primer paso en las relaciones de la UE con América Latina. Por ello, sus sesiones tendrán un fuerte componente protocolario. Fuentes diplomáticas españolas subrayaron la importancia simbólica de una foto de familia de los Quince con todos los Gobiernos de América Latina y el Caribe. Ésta representará una prueba palpable del interés político y económico de la UE en un continente que ha recuperado la democracia para todos sus miembros, a excepción de Cuba. Posiblemente el más beneficiado en esta reunión sea el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que aborda su segundo mandato presidencial en un momento económico especialmente delicado. Brasil ha sido el principal destinatario de las inversiones extranjeras en América Latina. En el periodo 1991-1998, sólo el proceso de privatizaciones emprendido por el Gobierno de Brasilia ha originado unos ingresos adicionales de 43.000 millones de dólares, según la ONU.

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