Cultura anuncia un plan revulsivo para los arqueólogos

"Es un revulsivo para la arqueología española". Así define el director general de Bellas Artes, Benigno Pendás, la retirada por parte del Ministerio de Cultura de las ayudas a los arqueólogos en todas las misiones en el extranjero. La medida pilló con las maletas en la mano la semana pasada a los equipos de científicos de universidades españolas que participan, junto a profesionales de otros países europeos, en nueve misiones en países de Oriente. Pendás hizo esta declaración tras participar ayer en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre La cultura y política en la España de Felipe II, junto al secretario de Estado de Cultura, Miguel Angel Cortés. Éste calificó el giro repentino en la política arqueológica como un intento de reorganizar las dotaciones a través de una convocatoria: "No se retirarán estas ayudas, sino que se aumentará la dotación para los programas arqueológicos de 29 a 40 millones de pesetas".Los científicos consideran perjudicial para la imagen de España en el exterior esta iniciativa, porque les imposibilita para cumplir con los compromisos ya adquiridos con otros países. Pendás considera poco transparente la distribución de ayudas realizada en los últimos años: "Hasta ahora se estaba siguiendo un criterio disperso. Ahora pretendemos hacer las cosas con publicidad, con transparencia, para que todos los equipos de arqueólogos españoles puedan participar en una convocatoria pública que decidirá un jurado independiente y profesional, y para evitar la repetición de ayudas a las mismas personas, en los mismos sitios y de forma indefinida".

Cuotas en catalán

Cortés hizo también referencia a otro giro, el realizado en la política sobre el cine: "El Gobierno cree en la promoción y desconfía de la eficacia de las medidas sancionadoras, en las cuotas o la protección". El secretario de Estado hizo este comentario en alusión a la reforma en el cine catalán planteada por la Generalitat de Cataluña en la Ley del Catalán, basada en una política de cuotas y sanciones. Según Cortés, el cine español tiene capacidad suficiente, lo que necesita son estímulos y no ortopedias, y hay pruebas de ello: "Cuando se ha cambiado la política, los cineastas han hecho películas de gran éxito, han ido más espectadores a verlas y se han abierto más salas".Respecto a la reforma de las enseñanzas de humanidades, Miguel Ángel Cortés dijo que "la mejor política cultural es una buena política educativa", y explicó que "los directores de los museos o de teatro cuentan que a los niños que van a estos lugares les cuesta identificar muchas de las escenas o personajes que aparecen en los cuadros o en las obras de teatro clásico". "La mitología o la historia sagrada no se conocen bien y, si no se conoce bien la historia de España, no se entenderá un cuadro de Velázquez", concluyó.