Garzon envia a la policía para que un diputado argentino declare sobre el genocidio

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón aprovechó ayer la presencia en Madrid del diputado argentino Humberto Roggero, jefe del grupo parlamentario peronista, y le envió dos citaciones -la segunda por medio de la policía- para que declare hoy como testigo en el proceso abierto por la desaparición de españoles durante la dictadura argentina. Roggero, que se encontraba en un hotel de Madrid donde se hospeda, contestó a la primera citación con un manuscrito en el que se negaba a testificar alegando que sólo se encuentra en España para pedir el esclarecimiento del posible asesinato de Noelia Esther Giannetti de Molfino, la argentina que apareció muerta en Madrid en 1980. El diputado peronista rechazó además la competencia del juez Garzón para "la investigación y castigo a los culpables por la violación a derechos humanos ocurridos en Argentina". Dos horas después, sobre las ocho y media de la tarde, el juez envió al hotel una nueva citación, esta vez acompañada de dos agentes de la Policía Judicial de paisano. En el nuevo escrito, Garzón fundamentaba, esgrimiendo. la Constitución, su competencia en el proceso y volvía a citar a Roggero para las diez de la mañana de hoy. Pero no hubo respuesta. El diputado peronista se atrincheró en una habitación del hotel y se negó a recibir a la comisión del juzgado. Ante el temor-expresado anoche a este periódico por la delegación argentina- de que Garzón ordenase la detención de Roggero, el embajador argentino en España, Carlos Arás, envió al hotel a un abogado de la cancillería para estudiar la situación.

Con este maniobra, Garzón destapaba ayer la verdadera intención de la visita a Madrid de los diputados peronistas. "No pretenda investigar lo que sucedió a 12.000 kilómetros si no es capaz de resolver lo que ocurrió a las puertas de su juzgado", señaló Carlos Soria, uno de los diputados peronistas presentes en Madrid.

El incidente tuvo repercusiones inmediatas en Argentina. El embajador español en Buenos Aires, Carlos Carderera Soler, fue convocado al ministerio de Relaciones Exteriores argentino en donde fue recibido por el vicecanciller Andrés Cisneros, quien, en nombre del presidente Carlos Menem, le expresó la "sorpresa y desagrado del Gobierno argentino ante la inopinada situación judicial creada en España por la actitud del magistrado Baltasar Garzón", informa Francesc Relea. El viceministro de Exteriores tenía previsto viajar urgentemente a Madrid.

Garzón, un 'chanta'

A lo largo de la semana de estancia en Madrid, los diputados argentinos se han entrevistado con representantes de partidos políticos y sindicatos. Pero, al margen de los contactos institucionales, el diputado Carlos Soria, haciendo las veces de portavoz de sus compañeros, no se anduvo por las ramas para declarar lo que piensa de Garzón: "Es uno de esos tipos que por definición nunca son chicha ni limonada. Hace procedimientos espectaculares que no se basan en ningún sumario sustancial, pero dan que hablar porque son rimbombantes. Es un chanta (fantasma) al que vamos a reclamarle que respete el derecho de territorialidad argentino". Hoy, a las diez de la mañana, están citados por el juez y deberán decírselo a la cara.