Pinochet y Franco
Parece que esté de moda la imagen del dictador que congela la democracia unos cuantos decenios para luego restaurarla con un "brillante porvenir económico". Pronto se olvidan de las generaciones castradas, condenadas al silencio, de los desaparecidos y de los muertos. Los tecnócratas se consagran al "no hay mal que por bien no venga", y ensayan en los regímenes dictatoriales esas liberalizaciones de los mercados que no son sino más explotación y más plusvalía para el capital y las élites corruptas que rodean al poder militar.Los generales golpistas o sus panegiristas alaban la gran visión de futuro que tuvieron el día del alzamiento porque "aquello no podía ser". Detrás de esta frase se esconden siempre asesinatos, dolor y explotación. Tengan mucho cuidado cuando lo oigan, los demócratas de toda la vida pueden estar empezando a cavar las fosas-
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