Noticia de vascos
Este periódico nace en Euskadi la semana que viene, 21 años después de que surgiera en Madrid. Permitirán los lectores que con este motivo demos algunas noticias, dichas por orden alfabético, de lo que ahora hacen algunos vascos que seguramente serán protagonistas de esas páginas próximas.Atxaga, Bernardo. Markoni. Mira a través de un perro fabuloso la historia del mundo, y a ese perro le ha puesto el nombre de Markoni. Ahora ha publicado su historia la Fundación Bilbao Bizkaia Kutxua, con dibujos de Mikel Valverde; empieza diciendo: "Todavía recuerdo la primera vez que fui a la biblioteca de Bidebarrieta". El perro enseguida aparece soñando en una cama verde, y dice: "¡Quién me iba a decir entonces que aquella visita cambiaría mi vida!".
Baroja. La familia. Julio Caro se convirtió en custodio de la esencia de los Baroja, y les dedicó un libro memorable, que ahora conoce una excelente edición de tapa dura (Ediciones Caro Raggio). Coincide con la exposición que Madrid le dedica a la familia. Fue memorable conocerle: iba don Julio con una corbata de pajarita, como si temiera un terremoto en cada golpe de aire. Odiaba la burguesía y era misógino: se contaba que había perdido a su novia porque mientras él comía pan ella tenía que perseguirle por el Retiro. Su libro de Los Baroja explica la inteligencia renacentista de este hombre.
Calleja, José María. Barbarie. Lo exilió la barbarie. Esta semana se tomó su venganza tranquila; presentó, en un ambiente cargado de emoción, su libro Contra la barbarie (Temas de Hoy). Congregó para ello, en Madrid, a algunos de los protagonistas de su historia, que es la impresionante crónica de los que han sufrido el terrorismo en sus carnes y en su sentimiento y luego fueron dejados de la mano de nadie. Contra la barbarie dice él, y es también contra el silencio. No para de hablar este vasco: expulsado de su mundo, vive hablando, sin embargo, contra los que hablan disparando.
Chillida, Eduardo. Saludo. Le han dado un premio en Rioja, por el vino. Tiene las manos de portero, como si atrapara el aire, que es lo más profundo, según dijo su amigo Jorge Guillén. Se entrenó saltando hasta los puentes y se le puso la mirada perdida cuando se rompió en su tierra la mirada democrática. Ahora vive en medio de la vieja dictadura del miedo, y contra ello esculpe a favor de la luz. Tiene pendiente el proyecto de abrir una montaña. Ójala que se abra también la que tiene cerca.
Gabilondo, lñaki. La sensatez. Le preguntó el otro día a Miguel Ángel Rodríguez, portavoz del Gobierno: "Estoy deseando que me diga usted que no. ¿Me puede decir usted que no?". Le daba a su interlocutor la posibilidad de defenderse; introdujo la duda en la radio, que se convirtió, desde hace algunos años, en un medio afirmativo. Lo hizo con sensatez, que es la primera parte de la incertidumbre. En un ambiente de tanta violencia verbal su voz es una noticia.
Oteiza, Jorge. Porque sí. Será noticia siempre, pero esta vez le citamos porque sí. Nos enseñaba las tizas como si fueran reliquias del futuro, y luego nos invitaba a beber los mejores vinos de su tierra. Tenía las manos telúricas, y conserva la mirada de niño rabioso que hoy estará, seguramente, despotricando contra la manía que tienen las estrellas de parecerse al horizonte. Cuando grita es porque susurra.
Savater, Fernando. La educación. Este fin de semana está en San Sebastián. Un día aparecieron llenas de pintadas contra él las paredes de la universidad vasca en la que enseñaba ética; luego se fue, y conservó la valentía como un modo de vencer el temor universal al fascismo. Ahora ha propuesto, para seguir defendiéndonos de la barbarie, el valor de educar. Su libro, que se llama así, El valor de educar, lleva cuatro ediciones en Ariel, y se lo merece; es el educador sensato, la mirada distraída de este país tan perversamente afirmativo.
Unzueta, Patxo. Qué bien. Es un personaje que convoca siempre bondad, un periodista que nació para no crecer, y sin embargo ha recibido en los últimos años la bofetada tonta de los que no entienden la capacidad de bondad que genera el ser humano cuya experiencia se parece a la cultura. Ahora publicará en Destino su libro sobre qué fue y qué es el terrorismo, en la colección que dirige Rosa Regás. Es quien mejor conoce la filosofia perversa de los que usan las armas para tapiar las ideas, y su trabajo contra esa barbarie no tendrá nunca pago suficiente. Por eso cuando uno se encuentra a este vasco con el que termina este breve diccionario, siempre tendemos a exclamar: ¡qué bien!
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