La Comisión Europea autoriza la venta de maíz transgénico de EE UU

La Comisión Europea autorizó ayer oficialmente la comercialización de maíz modificado genéticamente, pese a la creciente desconfianza que genera. Bruselas se ha basado en tres dictámenes científios para considerar que el consumo de maíz Bt no es perjudicial ni para los hombres ni para los animales. El fabricante, la multinacional Ciba-Geigy, se ha comprometido a advertir a los consumidores sobre las características del producto.

La decisión de Bruselas llega en un momento muy inoportuno. La crisis de las vacas locas ha creado un ambiente de enorme desconfianza hacia la manipulación de los alimentos. Y las investigaciones del Parlamento Europeo sobre aquella crisis están poniendo de manifiesto que Bruselas se apoya con frecuencia en dictámenes científicos para no tomar determinadas decisiones políticas. Nada indica que sea este el caso del maíz modificado genéticamente, pero la. Comisión se ha limitado, como casi siempre, a ceñirse simplemente a los dictámenes científicos, en este caso los de Alimentos, Nutrición Animal y Pesticidas.El visto bueno de Bruselas tiene un límite. El uso del herbicida amonio de glufosinato para el cultivo de este maíz no será autorizado hasta que se haga un estudio más detallado sobre su impacto medioambiental. Las, organizaciones ecologistas han denunciado el peligro de que la resistencia de las plantas a ese herbicida relaje la atención de los cultivadores durante su aplicación y el herbicida acabe llegando a los lechos de los ríos y al agua potable de consumo humano. Ecologistas españoles habían pedido ayer al Gobierno que se opusiera a la autorización.

La Comisión ha anunciado que a lo largo de 1997 estudiará una modificación legislativa para solucionar el vacío legal que permite que. la venta de productos modificados genéticamente -una vez autorizados- se pueda realizar sin que el fabricante esté obligado a advertir al consumidor sobre las características concretas de ese producto. Ciba-Geigy, fabricante de este maíz en Estados Unidos, ha querido dar una señal de buena voluntad al aceptar voluntariamente el etiquetado específico de este maíz advirtiendo a los consumidores que ha sido cultivado a partir de modificaciones genéticas.

Sin embargo, las palabras de la multinacional química pueden caer en saco roto si se confirma que en muchos casos ese maíz ya ha entrado en los mercados europeos mezclado con maíz convencional. En teoría, los Estados miembros de la Unión Europea han autorizado el almacenamiento de este producto en varios de sus puertos a la espera de que la Comisión tomara una decisión definitiva. El acopio de maíz se viene produciendo desde el 1 de octubre pasado.

La comercialización del maíz transgénico es legal en Estados Unidos desde este año. Los Quince estudiaron su autorización en junio pasado, pero las quejas de Francia y las dudas de la comisaria de Medio Ambiente, Ritt Bjerregaard, la paralizaron. La comisaria danesa pidió entonces que fueran los científicos quienes avalaran la limpieza de este producto. En una nota hecha pública ayer, Bjerregaard señala: "hemos estudiado los informes con mucho cuidado y hemos llegado a la conclusión de que suponen una base fuerte y suficiente para ir adelante y aprobar ese producto

Etiquetado de la soja

Holanda será el primer país de la Unión Europea que etiquete claramente los productos que contengan soja genéticamente manipulada, cuya comercialización ya autorizó la UE, informa Sonia Robla. Según el acuerdo alcanzado entre las organizaciones de consumidores y la industria agroalimentaria, las indicaciones constarán en todos los embalajes a partir del próximo 1 de abril.Esta medida permitirá a los clientes, elegir si quieren o no consumir productos elaborados con las técnicas de la biotecnología moderna", declaró la secretaria de Estado de Salud, Erica Terpstra. La obligación adquirirá fuerza de ley.

El Instituto de Investigación Científica Holandés (TNO), en colaboración con una empresa norteamericana, está realizando con técnicas de DNA análisis que permiten identificar los productos en el mercado que contienen ya la soja manipulada.