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El éxito alemán de Javier Marías reaviva en Francfort el interés por los autores españoles

Manuel Rivas, Alvaro Pombo y David Trueba encuentran compradores en la Feria

ENVIADA ESPECIALLo que muchos deseaban ha empezado a suceder: el impresionante éxito de Corazón tan blanco, de Javier Marías, ha provocado en la Feria del Libro de Francfort un nuevo interés por los autores españoles. Y no es de extrañar: tras un programa de televisión conducido por el pope de la crítica alemana, se han vendido 200.000 ejemplares de la novela. Klett-Cotta, la editorial, ha comprado ya Mañana en la batalla piensa en mí y reeditará Todas las almas y, en bolsillo, El hombre sentimental. Varios editores alemanes se interesaron ayer en Alfaguara por su reciente libro de relatos.

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A principios de los noventa, con motivo de la edición de la feria dedicada a España (1991) se compraron muchas novelas españolas. Muchas de ellas no tuvieron éxito en Alemania y el interés por los españoles desapareció. Algunos datos confirman que han vuelto a renacer: la prestigiosa Surkham ha adquirido el último libro de relatos de Manuel Rivas; de Álvaro Pombo, no sólo se ha comprado su nueva novela, sino que reeditará también El metro de platino iridiado; e incluso el joven David Trueba tiene ya editorial alemana, la Frankfurter. Y esto, dicen, no ha hecho más que empezar, aunque ahora se hará de una manera más pausada y selectiva.

El libro del año

Como sucede cada año, crece día a día en la feria la obsesión por saber cuál será el libro del año. Sin duda, para los alemanes será Corazón tan blanco; para los franceses y para casi todos los europeos, es una primera novela, aunque también como la de Marías ha sido contratada, y en este caso a velocidad de vértigo, antes de que empezara Francfort. Se trata de Truismes, de Mane Darrieussecq. Ha hecho correr ríos de tinta en Francia y cuenta una historia adecuada para ayudar a convertirla en leyenda.Hace cuatro o cinco años, la joven Marie envió una novela, bastante difícil y experimental, a Éditions du Minuit. El editor se lo devolvió con una serie de anotaciones: le aconsejaba, por ejemplo, que intentara encontrar su propia voz literaria, o que debía escribir Finnega's wake al final de su carrera y no al principio. La escritora se lo tomó en serio y se ha pasado todo este tiempo escribiendo y creando su propio estilo. Cuando tuvo lista la nueva novela la énvió a seis editores, entre ellos Editions du Seuil, Grasset, Fayard, POL... Cuatro le contestaron a los dos días aceptándola. Ella se decidió por POL, porque es una casa seria e independiente y además porque el editor había sido gran amigo de Georges Perec. Anagrama la editará en España la próxima primavera.

Muchos negocios culminan en Francfort, pero cada vez menos empiezan allí. Mario Muchnick se paseaba ayer despreocupadamente por la feria con la satisfacción de haber cumplido: hace tres semanas contrató la edición española de André Malraux (con dos inéditos en español). Visto el éxito de Trainspotting, Jorge Herralde ha comprado la primera novela The acid house, y la última, Extasis, de Irvine WeIsh.

Los negocios avanzan pero no cede la desolación de los españoles (también de los italianos, franceses, etcétera) por su nuevo emplazamiento en el pabellón 9. Ahora ya no se trata de transportes, la lanzadera (autobuses que recorren incansablemente la feria de punta a punta) les deja puntualmente en su lugar de destino. Ahora se trata de aislamiento, dicen. Hay muchos menos visitantes que llegan al número 9, y moverse por dentro de la feria desde ahí resulta complicado e incómodo. En realidad, ayer las tres plantas del pabellón 9 parecían bastante desangeladas.

Manuel de Isasa, presidente del Gremio de Editores de Madrid y vicepresidente del de España, resumió el malestar de los españoles: "Nos han hecho una faena. Aquí todo es cada vez más caro y más desagradable". Y afirmó que piensa hablar con los colegas extranjeros y proponer a la próxima junta de la Federación de Editores Europeos que hagan algo al respecto, "de lo contrario muchos se van a plantar".

El único que parecía contento con el cambio es el imbatible optirnista Marlo Muchnick: "¿Aislados nosotros? Ni hablar, quienes están aislados son ellos. Además esto está mejor que nunca". Y es cierto que han habido muchas mejoras: pasillos más amplios, más zonas de descanso, más bares y restaurantes, sin tener que sufrir largas colas. Y mientras en el número 9 se debatía si los pasillos eran más amplios o es que había menos gente circulando por ellos, el pabellón número 4, antiguo añorado hogar de los españoles, italianos, franceses, norteamericanos... era ayer la alegría de la tiuerta: 500 representantes de lamados que los del 9. Allí, pese a los pasillos más anchos, no se podía dar un paso. Incluso había jovencísimos profesionales de entre 12 y 15 años, con todo el aspecto de haber hecho novillos, que jugaban con los ordenadores con gran sabiduría. También por allí deambulaba un editor español, Jacobo Siruela, que iba en busca de Multimedia Corporation, empresa con la que producirá en CD-ROM El mundo de Sofía. Después de los 400.000 ejemplares vendidos del libro, Siruela espera que sea uno de los CD-ROM domésticos de mayor éxito.

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