Viaducto sobre el Cabriel con parada constructiva
Julio Martínez Calzón realiza el proyecto del viaducto sobre el río Cabriel, en Cuenca, y no está de acuerdo con la oposición de los ecologistas. "Éticamente estoy y satisfecho. El puente permite ver las hoces, y el respeto al medio ambiente es un compromiso con todas las cosas". Será la primera obra con parada constructiva -ya que no habrá actividad durante cinco meses al año para la nidificación de las especies y la reproducción terrestre.En el viaducto sobre el Cabriel, Martínez Calzón ha puesto todos sus estudios pioneros sobre las estructuras mixtas, procesos constructivos singulares y sistemas por empuje para limitar los efectos de la construcción en un paraje singular. "No se puede entrar en las hoces, y la incidencia sobre ellas será mínima". A partir de esta obligación, el programa tiene en cuenta el ruido, el tiempo y el diseño constructivo.
Para Martínez Calzón, las estructuras tienen que ser resistentes, estéticas y autogenerativas. "Hay que dar una respuesta coherente con los retos de las, grandes obras que se proponen a la sociedad". En un ingeniero cinemático, al trabajar con movimientos uniformes, en procesos constructivos donde la estructura se autogenera, es soporte de sí misma. Este sistema por empuje acompasado ya se realizó en la construcción de la torre de Foster en Barcelona y se aplicará al viaducto sobre el río Cabriel y, si se llega a construir, en la torre de Calatrava para Valencia.
Señala como otro ejemplo intervención honesta y compromiso naturaleza-hombre las obras en el monte del Montseny, en el eje Vic-Girona, donde ha proyectado viaductos de hormigón con una secuencia de logia romana. "Cada vez las obras son menos agresivas. Antes las des trucciones del medio eran enormes, pero ahora la técnica permite el respeto e incluso la reposición de la naturaleza herida".' Aconseja "gozar el ' Montseny" y las distintas intervenciones sobre el paisaje desde el coche o desde los miradores.
Entorno
Javier Rui-Wamba (puente metálico de 140 metros en Granada-Motril, puente en Cástelldefels) es además presidente de la Fundación Esteyco, que pretende demostrar que 'los ingenieros son mucho más que los cálculos". Es crítico con la incorporación de la high-tech en las estructuras y la ornamentación en los puentes, y comenta su preocupación en España por "los aspectos visuales de los puentes y su integración en el entorno".
Considera positiva la actitud de racionalizar las soluciones y dotar de belleza a las obras públicas, en una situación general "poco optimista", con retrocesos en Italia, en el Reino Unido, con predominio de la industrialización, en Francia ("hay obras fantásticas y otras penosas") y Estados Unidos, "donde los grandes puentes salen bellos ellos solos por su dimensión".
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