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BIOLOGÍA MOLECULAR GENÉTICA DEL DESARROLLO

La mosca del Mediterráneo a tiro de la lucha biológica contra las plagas

La manipulación genética de insectos es una vía segura hacia el conocimiento profundo de su organismo y una promesa de métodos eficaces de control de sus poblaciones cuando se convierten en plagas, como sucede con la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata) o el mosquito transmisor de la malaria (Anopheles). Sin embargo, hasta ahora esta vía estaba bloqueada por la dificultad de transformar genéticamente estos organismos, de manipular a voluntad los genes de sus células germinales y hacer con ellos lo que se hace desde hace años con enorme éxito en, el organismo favorito, de la genética del desarrollo: la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster), que se ha convertido en un modelo excepcional de la biología moderna para estudiar la organización de los seres vivos y la lógica de sus leyes genéticas.Unos investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), en Heidelberg (Alemania), han abierto el camino bloqueado hasta ahora al desarrollar una técnica eficaz para transformar genéticamente a voluntad estirpes de la mosca del Mediterráneo, y seguramente otros insectos. Su descubrimiento, en colaboración con científicos de Grecia, Italia y EE UU, fue publicado en la revista Science (21 de diciembre).

Para manipular los genes de una estirpe de insectos primero hay que inyectar el ADN extrano en un embrión; luego hay que lograr la integración de ese material genético en los cromosomas de las células que serán huevos o esperma de la siguiente generación, y, por último, seleccionar entre los miles de descendientes aquellos que efectivamente han incorporado el ADN extraño.

'Vehículo' adecuado

Los problemas para los genetistas hasta ahora, excepto en la Drosophila melanogaster, empezaban con la integración de los genes en los cromosomas, lo que exige un vehículo adecuado, un fragmento de ADN al que se puedan añadir los genes interesantes por ingeniería genética y que luego se inserte correctamente a la doble hélice del organismo a transformar. En el EMBI, lo han logrado con la mosca del Mediterráneo utilizando un nuevo vehículo (transposón) denominado Minos, aislado en otro tipo de moscas en Grecia. Luego, para la detección de los individuos que han heredado ese vehículo en sus genes, se ha utilizado un gen que afecta al color de los ojos, el gen white, cuya mutación produce moscas con ojos blancos en lugar de rojizos normal.Minos es una secuencia de nucleótidos (los bloques de construcción del ADN) que había sido aislada en la Drosophila hydeii, un primo lejano de la mosca del Mediterráneo. C. Savakis y su grupo unieron el gen white mareador al vehículo Minus y lo inyectaron en moscas del Mediterráneo. La coloración de los ojos indicó que habían logrado una estirpe de insectos transformados. A partir, de aquí, los, científicos creen tener la puerta abierta para realizar manipulaciones a placer en la mosca del Mediterráneo y así ir descifrando su estructura genética precisa.

Estrategias específicas

Esto puede conducir al diseño de estrategias de lucha biológica contra la Ceratitis capitata, plaga que afecta todos los años a cosechas de fruta en todo el mundo. Un ejemplo de lucha biológica contra insectos es la dispersión de pupas esterilizadas por radiación en zonas afectadas por la mosca barrenadora del ganado (el continente americano y un brote en Libia hace pocos años). Los individuos esterilizados se cruzan con la población de moscas y, al evitar su reproducción, se va exterminando la plaga sin recurrir a, insecticidas. Con la manipulación genética las estrategias serán más específicas. Los investigadores del EMBL creen que su sistema de introducción de genes en la mosca del Mediterráneo será efectivo en otros muchos insectos.

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