Euforia moderada en Compostela

Santiago vio ayer culminada una aspiración y al mismo tiempo reconocida una iniciativa propia, ya que fue la ciudad gallega la primera en sugerir que, por su significación especial, la capitalidad cultural del año 2000 debería repartirse entre diversos países. En todo caso, el acuerdo del consejo de ministros de la UE supuso una relativa decepción, ya que el alcalde de Santiago, el socialista Xerardo Estévez, anhelaba que el reparto fuese sólo entre cuatro capitales para que de este modo el protagonismo de cada una de ellas no quedase tan diluido. "Los asuntos europeos son complicados", dijo Estévez, quien a pesar de todo se mostró moderadamente satisfecho.

Estévez propuso crear un circuito cultural entre cuatro ciudades, una idea que fue expuesta en las últimas semanas en viajes por toda Europa de distintas delegaciones del Ayuntamiento compostelano. Otras candidatas se sumaron pronto a la idea.

"Ahora me preocupa más la coordinación entre todas las ciudades que los problemas de financiación", señaló Estévez al ser preguntado por el modo en que el Ayuntamiento afrontará los gastos necesarios. La candidatura de la capital gallega contará también con el decidido respaldo del Gobierno autónomo, del PP, cuyo titular de Cultura, Víctor Vázquez Portomeñe, compareció ayer junto a Estévez para anunciar la decisión de Bruselas. Ambos relataron que las dos instituciones seguirán trabajando en común y que esperan contar con el apoyo decidido de la administración central. "Santiago representa a España y esto, por tanto, es un proyecto de Estado", afirmó Vázquez Portomeñe.

En cualquier caso, la ciudad gallega tiene parte del problema resuelto, ya que en los últimos cinco años, gracias, a la celebración del Xacobeo 93, las administraciones central y autonómica han invertido en ella más de 80.000 millones de pesetas dedicados en buena parte a la dotación de infraestructuras culturales. Con el Año Santo, la ciudad también adquirió experiencia en la organización de este tipo de eventos. La capitalidad cultural del 2000 se unirá al próximo Xacobeo, que se celebra en 1999 y que, según Vázquez Portomeñe, servirá de "avanzadilla" a los acontecimientos del año siguiente. El consejero de Cultura adelantó quo la Xunta espera que unos 10 millones de personas visiten Santiago durante ese Año Santo, tres millones más que en 1993.

El proyecto de la capital gallega insiste en la necesidad de que los intercambios culturales entre las ciudades designadas comiencen ya de inmediato para ir preparando el terreno a lo largo de los próximos cuatro años. También se refiere a que se deberían promover producciones culturales nuevas que, más allá de la cita puntual del 2000, puedan dejar un poso en las capitales elegidas. Asimismo, Santiago pretende aprovechar la celebración para promover un gran debate histórico y filosófico sobre el significado del fin del milenio.