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DIETÉTICA: SUPLEMENTOS ENERGÉTICOS

Sobredosis de vitaminas: los malos efectos

Una extendida creencia sostiene que la ingesta de productos naturales como vitaminas, minerales y preparados vegetales no tiene efectos secundarios, y que las consecuencias adversas son patrimonio de los fármacos. Craso error. Aquí también lo que mide la diferencia entre un medicamento y un veneno es una cuestión de dosis. Y la toma incontrolada de refuerzos vitaminados y minerales no escapa a esta ley, como se advierte en una investigación del Servicio de Inspección de Centros Actividades Sanitarias (SICAS) de Navarra, que ha sido premiado como la mejor aportación científica en el X Congreso Nacional Farmacéutico.Tales suplementos se justifican sólo si responden a una necesidad nutritiva especial, como la de los lactantes o de los adultos con alteraciones que les impiden asimilar esas sustancias de los alimentos. Sin embargo, el auge de una cultura que da gran importancia a la ingestión de refuerzos energéticos para afrontar las exigencias de la vida moderna, ha propiciado el consumo indiscriminado de preparados que frecuentemente contienen cantidades de vitaminas y minerales excesivamente elevadas.

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Este abuso sólo es una faceta de un problema mayor, el de los denominados productos-milagro, que son aquellos que no siendo alimentos ni teniendo el registro de medicamentos se venden con fines preventivos o terapéuticos, incluyendo, además de las vitaminas y minerales, al ginseng, el guaraná, adelagazantes y ciertos cosméticos, según se menciona en el trabajo del SICAS.

El caso del ginseng es ilustrativo de la calculada ambigüedad con que se comercializan estos preparados, también denominados productos-frontera . El ginseng es la raíz de una planta que ejerce una acción tónico-estimulante sobre el sistema nervioso central, cuyo consumo prolongado puede desembocar en dependencia psicológica, hipertensión arterial, insomnio y diarrea. Y en mujeres, en exceso de estrógenos.

"Se trata de un estimulante, y como tal no debe usarse más que por temporadas", afirma Ana Viañuales, autora del estudio junto con Eugenio Izu.

Efectos excitantes

¿Significa esto que el ginseng es una sustancia perjudicial? En absoluto; de hecho, uno de sus principios activos, con acción analgésica similar a la de los opiáceos, se utilizará como ase de futuros fármacos. Lo que denuncian los expertos es qu venta como producto dietético, siendo su perfil el de una especialidad farmacéutica.Igual ocurre con el guaraná, una semilla con efecto excitante aobre el sistema nervioso central y que, como quita el apetito, se emplea como refuerzo en artículos dietéticos, cuando "es un vegetal medicinal que carece de objetivo nutritivo y que debería registrarse como especialidad farmacéutica", sostienen los investigadores.

Por definición, un cosmético es un preparado para colocarse en la superficie corporal con el único fin de limpiarla, perfumarla y protegerla. Una condición para su registro como tal es que carezca de efectos curativos -lo mismo vale para un producto dietético-.

Sin embargo, abundan los cosméticos que prometen acciones internas como curación de varices, tonificación muscular o bronceado de la piel con pastillas. "Es una contradicción que se llamen cosméticos y se administren por ingestión, inyección o implantes", dice Viñuales. Lo preocupante de estos productos de "doble personalidad", si es que realmente ejercen alguna acción sobre el organismo y no se trata de un fraude, es que al figurar como cosméticos evaden los controles sobre los productos terapéuticos, cuando de verdad son sustancias medicinales fuera de control, tanto de su composición como sobre su administración, lo que abre la puerta a todo tipo de efectos adversos en la salud de las personas que los ingieren.

Consejo farmacéutico

Para revertir esta situación, los investigadores del SICAS proponen concienciar a los farmacéuticos, los destinatarios de su estudio. "Queremos clarificar al profesional para que con su actitud contribuya a frenar la proliferación de estos productos", expresa Viñuales. En segundo lugar, alertar a los consumidores para que sepan discriminar. "El perfil del usuario de los productos-milagro es el de la gente que concurre asiduamente a las tiendas de dietética y herboristería", precisa José María Roig, director del SICAS y supervisor de la investigación.Hay signos de que la preocupación por poner coto a los productos-frontera se extiende no sólo- en Navarra, donde el SICAS ha retirado varios de estos artículos, sino en Madrid y Cataluña, donde se ha lanzado una fuerte ofensiva contra las irregularidades. Viñuelas advierte que queda mucho por hacer, sobre todo en las ventas por correo, "muy difíciles de controlar".

"Nada tenemos en contra de los productos naturales", concluye la investigadora, que apunta que su propósito ha sido recordar que el producto natural no quiere decir producto totalmente inocuo. Por lo que "su consumo requiere, además del registro correspondiente a sus propiedades terapéuticas, el asesoramiento de un profesional de la salud, el médico o el farmacéutico".

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