Pujol afirma que Gala miente cuando dice que en Cataluña se discrimina el teatro en castellano
El escritor se ratifica en sus declaraciones y califica de "cutre" el catalanismo político
Tras dejar pasar dos semanas, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, respondió ayer con contundencia al escritor y dramaturgo Antonio Gala, que denunció el pasado día 17 en Santander la marginaciónque, a su juicio, sufre en Cataluña el teatro en castellano. "Lamento que se haya dejado llevar por un estado de ánimo muy negativo creado respecto a Cataluña, pero lo que dice no es verdad, no es ecuánime y crea animosidad contra Cataluña", dijoPujol tras declararse admirador de la obra de Gala. El escritor, por su parte, se mostró sorprendido de que Pujol "se dedique a mí en vez de a los presupuestos", y aseguró que no va a rectificar: "Soy muy consciente de lo que he dicho y lo mantengo".
Gala había afirmado que en Cataluña no interesa el teatro en castellano y que "en Cataluña tienen la costumbre de entender mucho mejor el teatro polaco en polaco que el teatro castellano en castellano". Estas manifestaciones, complementadas con otras en las que achacaba la situación a "un sarampión de señitas de identidad catalán", han provocado rechazo e indignación en buena parte del mundo teatral catalán. Pujol aprovechó su primera comparecencia pública tras las vacaciones de verano para responder a Gala de una manera fría y aparentemente medida. "Conozco su obra; le he leído y he visto teatro suyo. Y me gusta. Cuando hagan una obra suya, vayan a verla, porque son de gran calidad", empezó diciendo Pujol, para añadir: "Lo que dice [sobre la situación del teatro en castellano en Barcelona] no es verdad. Ya lo han demostrado. Y un hombre como Gala no tiene derecho a faltar a la verdad. Sobre todo si lo hace a sabiendas y si lo que quiere es tener autoridad moral. Un pipiolo puede faltar a la verdad; Gala, no".
A las opiniones expresadas por Gala "les falta ecuanimidad", y les sobra "animosidad", criticó Pujol. El presidente de la Generalitat sostuvo que fuera de Cataluña "todo el mundo sabe qué significa la palabra polaco referida a lo catalán" y dijo que eso es recurrir a "la ridiculización y la caricatura". Eso es algo, agregó, "que en su caso es sorprendente porque no le hace ninguna falta. Les hace falta a los incompetentes, a los incapaces, a los negados; a quienes tienen que hacer demagogia para lograr el aplauso. Pero ese no es el caso de Gala. Gala es un escritor de primerísima categoría y no necesita recurrir a eso".
La opinión de Pujol es que con este lance Gala ha perdido autoridad. "Se ha desautorizado", dijo, "porque, ¿qué tiene que venir a, explicarnos ahora un señor que miente, que no habla con ecuanimidad y que crea animosidad?", preguntó. El presidente catalán aventuró, sin mucho convencimiento, que las declaraciones de Gala "fueron, quizá, producto de un mal momento". También sin mucha convicción, concluyó: "Supongo que rectificará".
"No hago campañas"
Gala se mostró ayer muy sorprendido por la filípica de Pujol. "¿Así que en vez de preocuparse de los presupuestos se preocupa por mí? Me parece muy halagador, encantador", ironizó antes de añadir: "Me ratifico en todo lo que dije; el teatro en castellano es marginado en Cataluña, y no es una opinión mía: Pujol no sabe hasta qué punto recibo cartas y cartas de personas que se quejan de esa situación".
Sobre la posibilidad de que rectifique sus opiniones, Gala saltó: "¿Rectificar? ¡Pero ésto qué es! ¿Porqué? ¿De qué? Yo soy siempre muy consciente de lo que digo, y hay gente que sabe que tengo toda la razón". Gala se desmarcó de cualquier campana anticatalana: "Yo no hago ninguna campaña y me parece sucísimo que se utilicen mis declaraciones para hacerla. Yo soy una persona que habla claro". El escritor recordó que conoció a Pujol en 1973: "Me dijo que acababa de ver Anillos para una dama y me felicitó; la había visto en Barcelona, en castellano. Ahora, tantos años después, volvemos a hablar de teatro".
Gala sí se desmarcó de sus anteriores declaraciones en las que responsabilizaba a los espectadores catalanes de lo que se ve y no se ve en los teatros de Barcelona. "La marginación del teatro castellano en Cataluña no es una cuestión del pueblo, de los ciudadanos, sino de los políticos, que se aprovechan", dijo.
"Siento que determinados políticos hagan una especie de cerca a la cultura mediterránea, que es tan híbrida", deploró. "El caso es que nos habíamos mirado mucho en Cataluña; en época de Franco era un ejemplo para todos de resistencia y libertad". Para Gala, "la política catalana es ahora catalanista en un sentido cutre: ista, como itis, alude a una inflamación de algo; los catalanes no tienen porqué ser catalanistas, ¿contra qué?".
Babelia
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