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Luca de Tena suprime de su libro las líneas que acusaban a Alberti de dictar penas de muerte

El poeta insiste en que defendió a la República únicamente con su pluma y su palabra

Andrés Fernández Rubio

Las líneas del libro Franco, sí, pero ... en las que Torcuato Luca de Tena escribía que durante la guera civil en la Checa del Círculo de Bellas Artes de Madrid "dictaba las sentencias de muerte el dulce poeta gaditano Rafael Albertil" han desaparecido en la segunda edición. El anuncio de una demanda por parte del poeta y la indignación suscitada entre los historiadores, que acusaron a Luca de Tena de servirse para sus ataques sectarios de fuentes "de extrema derecha" sin ninguna fiabilidad, han contribuido a esta marcha atrás, aunque el autor no quiso dar ayer su versión del cambio. Alberti dijo que no quiere volver a hablar del tema e insistió en que las únicas armas con las que defendió la legalidad republicana fueron su pluma y su palabra.

El propio Luca de Tena admitió el pasado marzo que no tenía ninguna prueba que sustentara tales afirmaciones, y en la editorial Planeta dijeron ayer que los cambios han sido a iniciativa del autor. En la primera edición había dos referencias a las supuestas actividades de Alberti en una checa, una en el prólogo, que ha desaparecido, y otra, en la página 124, que decía: "Alberti formó parte de los tribunales populares en la checa de intelectuales establecida en el palacio de Bellas Artes de Madrid, que mandó al paredón a tanta gente". En la segunda edición, este fragmento ha sido modificado por su autor, y ahora se lee: "Intenté explicarle que Alberti formó parte del Comité de Depuración de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, que mandó al paredón a tanta genteEl investigador Gonzalo Santonja considera "terrible" este nuevo párrafo. "Se está acusando de criminales a todos los intelectuales progresistas de los años treinta", dice. "Luca de Tena tiene que explicar de una vez con claridad de dónde saca eso".

A la Alianza de Intelectuales Antifascistas pertenecieron, o colaboraron con ella, según Santonja, personalidades como Valle-Inclán, Antonio Machado, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, León Felipe, María Teresa León, César Vallejo, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández, Tristan Tzara y Emilio Prados, entre otros. "Es muy duro decir que la Alianza tenía un comité que fusilaba gente", explica Santonja, para quien tal presunción es absolutamente falsa.

Actuación ejemplar

Este investigador explica cómo la actuación de Alberti en los difíciles comienzos de la guerra fue ejemplar y de apoyo y cobertura de todos los miembros de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, de la que fue secretario. Según la reconstrucción de Santonja, un socialista radical, Carmona Nenclares, publicó una nota anónima en el periódico Claridad acusando a la Alianza de haberse convertido en un nido de refugiados y pidiéndole a la institución que los elementos sospechosos fueran depurados.Alberti estaba en Ibiza cuando salió esa nota, añade el investigador, y cuando volvió a Madrid, a finales de agosto de 1936, Alberti y José Bergamín, presidente de la Alianza, enviaron a Claridad una carta de respuesta al director. En esa misiva, publicada días después, explican que todos los coordinadores de la Alianza estaban afiliados a ella, antes del 18 de julio, por lo que ninguno podía ser considerado sospechoso. "Así, los firmantes cubrían a los miembros de la institución, arriesgándose ellos con valentía y respondiendo del antifascismo de todos", dice Gonzalo Santonja.

"A partir de ahí se creó un. comité en el que estaban Eusebio García Luengo, Gabriel García Maroto, Rafael Alberti y Xavier Abril", añade Santonja. "Se reunieron una sola vez, y lo único que acordaron fue que no tenían a quién depurar. Respecto a la exigencia que se les había hecho de que atacasen a la Real Academia Española, respondieron que no era de su competencia". Por todo esto, Gonzalo Santonja dice, seguro de que no existen: "Que saque las pruebas si las tiene".

Alberti se ratificó ayer en su nota publicada en febrero en respuesta a las primeras acusaciones de Torcuato Luca de Tena, ex director de Abc en 1952-1953 y 1962-1975. En esa nota, Alberti decía: "Es lamentable que 50 años después, y frente al gran ejemplo de convivencia que hemos dado los españoles, todavía queden personas que, con sus calumnias, sigan removiendo las cenizas de un pasado que, afortunadamente, no queremos que se repita nunca más en, España".

El poeta Luis García Montero, autor de la edición de las obras completas de Alberti, dijo que de todos sus estudios sobre el poeta ha deducido que la única actividad de Alberti durante la guerra civil fue cultural, como el salvamento de las obras del Museo del Prado, y que siempre que pudo "intentó salvar la vida y librar de responsabilidades a gente de un bando y de otro".

La corrección que ha hecho Luca de Tena a su libro le parece que "intenta salvar cualquier tipo de problema legal, pero sigue agrediendo y calumniando a Alberti". "Me parece que todo ha sido un montaje comercial para vender más libros entre una derecha que sigue siendo bárbara", añade García Montero. "Alberti tendría que evitar cualquier tipo de polémica porque ni personal ni literariamente el autor del libro está a su altura".

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