García Márquez retira todas sus obras del mercado colombiano
El escritor protesta por "la legalización de las ediciones piratas"
MARIA ISABEL GARCÍA, El escritor Gabriel García Márquez ha ordenado retirar todas sus obras del mercado colombiano como protesta por la libre circulación de publicaciones piratas. "Ante la legalización de las ediciones piratas por la justicia colombiana, no me queda otro recurso que retirar del mercado de Colombia todos mis libros legales", manifestó el autor de Cien años de soledad.
Los voceadores callejeros de la obra de Gabriel García Márquez que alternan en las esquinas del centro de Bogotá con vendedores de frutas, flores y cigarrillos de contrabando, no salieron ayer a ofertar su literatura. Hay temor a requisas y decomisos de títulos como Doce cuentos peregrinos y El general en su laberinto, las más recientes obras del Nobel colombiano que habitualmente se ofrecen junto con otras sin calidad literaria pero también indispensables como La nueva reforma tributaria y El régimen de arrendamiento.Desde ayer, cualquier libro de García Márquez que circule en el mercado colombiano es sospechoso de ser pirata. La editorial La Oveja Negra, que tiene la exclusiva para el grupo andino, Centroamérica y el Caribe, de la edición y comercialización de la obra del premio Nobel, suspendió la distribución. En promedio, cada año, desde hace 15, La Oveja Negra produce un millón de ejemplares de títulos de García Márquez, que en su día participó en la creación de este sello editorial.
La orden la dio el propio autor, desde México, en un lacónico mensaje a José Vicente Kataraín, gerente de La Oveja Negra: "Ante la legalización de las ediciones piratas por la justicia colombiana, no me queda otro recurso que retirar del mercado de Colombia todos mis libros legales. Ya era difícil competir contra las ediciones piratas, pero ahora que están legalizadas, la competencia no sólo será imposible sin indigna", afirma la tajante decisión.
Tal es la respuesta del escritor a un fallo proferido por la juez 266 del circuito de Bogotá, Patricia Salazar, quien determine devolver a una distribuidora norteamericana de libros 400.000 ejemplares de títulos como El coronel no tiene quien le escriba, Relato de un náufrago, La triste historia de la cándida Eréndida y su abuela desalmada. Los libros forman parte de un cargamento de 800.000 que incluye también obras de Alejo Carpentier, Juan Rulfo, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Pablo Neruda y Camilo José Cela, decomisados en 1992 en Medellín después de que La Oveja Negra demandó por piratería, sustentando su acusación en evidencias.
Babelia
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