El acuerdo con EE UU plantea dudas con la PAC en productos lácteos y cárnicos

La Comisión Europea dio a conocer ayer finalmente su comunicación dirigida al Consejo de ministros de la CE, en la que pretende demostrar la compatibilidad entre el acuerdo alcanzado con EE UU sobre cereales y oleaginosas y la Política Agrícola Común (PAC) reformada el pasado mes de mayo. Los únicos subsectores en los que la demostración de la compatibilidad es más problemática son los de algunos derivados lácteos y de las carnes, aunque en ambos casos la Comisión considera que la Comunidad tiene medios, para mantener sus compromisos.

El pacto agrario entre Bruselas y Washington significa reducir la superficie dedicada a oleaginosas a 5.128.000 hectáreas a partir de la campaña 1995-96, sin que se incluyan en ellas los cultivos de semillas para uso industrial, con un límite de un millón dé hectáreas.Estos límites entran perfectamente en la PAC reformada, según la Comisión. El pacto prevé también recortar en un 21% las exportaciones subvencionadas de todo tipo de productos agrarios y no impone ningún límite para las exportaciones sin subvención.

Por lo que se refiere a los cereales, que forman el capítulo más importante y de los que Francia es el primer productor europeo, la Comisión sostiene que los excedentes exportables se mantendrán en los límites del acuerdo y de la PAC, aunque reconoce que hay un problema en la evaluación del rendimiento de las tierras, pues los enemigos del acuerdo sostienen que los rendimientos deben seguir creciendo. El acuerdo prevé llegar a un volumen de 23.41 millones de toneladas de exportaciones cerealeras subvencionadas.

Respecto a los quesos y productos de la leche, el acuerdo prevé al final del periodo de seis años de aplicación, que se alcanzará el equivalente a 7,6 millones de toneladas de exportaciones subvencionadas, cuando las exportaciones actuales son de unos 10 millones de toneladas. Ello equivale a unos excedentes de unos 3,5 millones de toneladas, que la Comisión considera absorbibles gracias, de una parte ,al aumento anual del 1 % al 2% en el consumo de quesos en la CE, y de la otra a la solución a los problemas de los excedentes lecheros de Italia y España, que supone una reducción de dos millones de toneladas.

El bovino

Respecto a las carnes, al final de los seis años habrá un excedente de 200.000 toneladas de porcino y 150.000 de aves de corral, pero la Comisión considera que la caída de los precios de los cereales permitirá exportar sin subvención una parte de estos productos. La "dificultad seria", en palabras de la Comisión, viene dada por la carne de bovino, cuyo excedente en el mejor de los casos será de 300.000 a 400.000 toneladas dentro de seis años, cuando la exportación autoriza da es de 817.000 toneladas. Las exportaciones subvencionadas en 1992 fueron de 1,2 millones de toneladas y en 1991 de 1,3 millones.

El comunicado fue consensuado por toda la Comisión Europea, su presidente Jacques Delors incluido. El Consejo de Ministros de Asuntos Generales, como órgano decisorio de la Comunidad Europea, deberá ahora tomar una resolución sobre el acuerdo.

El mandato negociador recibido por la Comisión implica, de hecho, la. obtención de un acuerdo "global, justo y equilibrado", por lo que no sirve un acuerdo en un solo sector como es el agrario. París podría ablandarse si el GATT avanzara sustancialmente en la liberalización de servicios, sector en el que Francia tiene posibilidades de salir ampliamente beneficiada.