España elude responder con claridad a la llamada de Francia contra el acuerdo agrícola del GATT

I. C. La diplomacia española está empeñada en intentar conciliar las posturas de París y del resto de sus socios, pero, en última instancia, no parece dispuesta a dejar sola a Francia, su principal socio en la Comunidad Europea (CE), cuyo primer ministro, Pierre Bérégovoy, pidió el miércoles la solidaridad de España.

Avasallados por la prensa en los pasillos del Congreso, los ministros de Agricultura, Pedro Solbes, y de Asuntos Exteriores, Javier Solana, dieron ayer respuestas evasivas porque, explicaron, todavía hay tiempo para pronunciarse y además desconocían aún la interpretación que la Comisión Europea ha hecho del acuerdo que sus negociadores alcanzaron la semana pasada con EE UU en Washington. "Nos faltan", argumentaba Solbes, "datos técnicos para saber cómo se quiere aplicar" el acuerdo de Washington. [Ayer mismo la Comisión Europea hizo llegar a la Administración española un documento analítico que ha sido calificado de "muy complejo" en su interpretación técnica. Fuentes del Gobierno aseguran que, tras una primera lectura, tienen la impresión de que la Comisión Europea puede haber sobrepasado en su negociación con EE UU los límites establecidos en la Política Agrícola Común.]

Los ministros de Exteriores y de Economía de los Doce, que se reúnen hoy en Bruselas, dedicarán probablemente. el almuerzo al GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), pero aún así Solbes no cree que España deba aún definirse con claridad. "No hace falta", dijo el titular de Agricultura, "adoptar una postura hasta que se celebre una reunión formal de algún Consejo de Ministros" de la Comunidad Europea, que Francia ha solicitado. En realidad, el litigio intracomunitario es tan grave que, probablemente, sólo podrá ser zanjado por los jefes de Gobierno, que el 11 de diciembre acudirán a la cumbre de Edimburgo.

A pesar de que Bérégovoy amenaza con vetar el acuerdo, que considera incompatible con la Política Agrícola Común (PAC), Javier Solana cree que se pueden "encontrar fórmulas" para repartir equitativamente entre los Doce las concesiones hechas a Estados Unidos. "Trataremos de buscar una solución que nos permita a todos estar cómodos", comentó el ministro.

El jefe de la diplomacia española insiste, sin embargo, en que el acuerdo con EE UU en el marco del GATT debe ser "equilibrado, global y justo", una terminología idéntica a la francesa. Solbes, por su parte, recalca que le "preocuparía cualquier solución que no tuviera una mínima aceptación por parte de las autoridades francesas". ¿Qué pasará si esto sucede? "Una escisión en la CE en estos momentos no es buena", contesta Solbes. "Todos estos elementos los tendremos en cuenta a la hora de tomar una decisión".