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Havel pide a EE UU que apoye la reforma de Gorbachov

El presidente de Checoslovaquia, Vaclav Havel, declaró ayer en una sesión conjunta del Congreso norteamericano que la mejor ayuda que Estados Unidos puede prestar a Europa consiste en apoyar a la Unión Soviética en "su inmensamente complicado pero irreversible camino hacia la democracia. Havel negó que fuera partidario de la disolución inmediata del Pacto de Varsovia y de la Alianza Atlántica, pero afirmó que, "más pronto o más tarde, Europa debería decidir por sí misma cuántas tropas necesita" para su propia seguridad.

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En un emotivo discurso ante las dos cámaras del Congreso, Havel -que, con excepción del principio y del fin de su discurso en que utilizó el inglés, habló en checo a través de un intérprete- se mostró partidario de la convocatoria inmediata de una conferencia de los 35 países signatarios del Acta de Helsinki, que preparase una reunión del Helsinki II antes de la fecha prevista en 1992. "Helsinki II debería convertirse en una especie de conferencia de paz europea, algo que todavía no se ha hecho, que pusiera fin a la II Guerra Mundial y a todas sus infelices consecuencias", dijo.El Congreso norteamericano se volcó materialmente con Havel, el primer líder europeo oriental que visita EE UU desde los cambios en el Este de Europa. Su recepción ha sido una de las más cálidas dispensadas a los pocos dignatarios extranjeros -entre ellos, el rey Juan Carlos-, que se han dirigido a sus miembros. Senadores y diputados interrumpieron el discurso de Havel en más de una docena de ocasiones y le ofrecieron una cerrada ovación de varios minutos puestos en pie cuando terminó su intervención de una hora.

El presidente checoslovaco, después de afirmar que la estabilidad de Checoslovaquia, como demuestra la historia, era vital para la estabilidad de Europa, manifestó que con frecuencia escuchaba la pregunta de cómo podía EE UU ayudar mejor a los europeos en su proceso de transformación. "Mi respuesta es tan paradójica como ha sido mí vida misma. Para Estados Unidos, la mejor forma de ayudarnos es ayudando a la Unión Soviética en su camino inmensamente complicado pero irreversible hacia la democracia".

Camisa de fuerza

"Cuanto antes, cuanto más rápidamente y cuanto más pacíficamente avance la Unión Soviética hacia un genuino pluralismo político, hacia un respeto por los derechos a la integridad de las naciones y hacia una economía de mercado, es mejor no sólo para checos y eslovacos sino para todo el inundo", dijo Havel.

Havel se mostró partidario de romper cuanto antes "la camisa de fuerza del bilateralisno que ha atenazado a Europa" para sustituirla por un multipolarismo, pero declaró que eran inciertas las especulaciones sobre sus pretendidos deseos de "disolver mañana el Pacto de Varsovia y pasado mañana la OTAN." "Lo que digo es que sería deseable que en los próximos 100 años los jóvenes norteamericanos no tuvieran que separarse de sus madres simplemente porque Europa es incapaz de garantizar la paz mundial, algo que debería hacer por haber sido la causante de dos guerras mundiales", dijo Havel.

El presidente checoslovaco, que el martes se entrevistó con su homólogo George Bush, expresó su convencimiento de que "más pronto o más tarde, Europa debe recobrar su ser y ser capaz de decidir por sí misma qué soldados, y de qué países, precisa para su propia seguridad y para conseguir que las implicaciones ulteriores de esa seguridad irradien al mundo".

Havel elogió la reducción de tropas norteamericanas y soviéticas propuesta por Bush y aceptada por Mijail Gorbachov, que, en su opinión, no sólo suponen un avance en las conversaciones de desarme de Viena, sino que crean "las condiciones favorables para conseguir la salida de las tropas soviéticas de Checoslovaquia y que facilitan una disminución del Ejército checoslovaco".

Con relación a la salida de los efectivos soviéticos de Checoslovaquia, una cuestión que Havel discutirá con Gorbachov el próximo lunes, el autor-presidente dijo que comprendía que la retirada soviética no se podía conseguir tan rápidamente "corno la llegada a Praga [de tropas del Pacto de Varsovia] en 1968". "Sin embargo", dijo, "en interés de la estabilidad política, desearíamos la retirada del mayor número posible de unidades soviéticas antes de las elecciones" previstas para el próximo junio.

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