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La vía soviética para la independencia

La secesión de las repúblicas de la URSS se regirá mediante referéndum

Pilar Bonet

Las repúblicas soviéticas que quieran independizarse de la URS S tendrán que someterse a un procedimiento largo y complicado, que incluye el referéndum pero que se basa más en el consenso que en la autodeterminación de los grupos nacionales, según el proyecto de ley que ha llegado ya al Parlamento de la URSS. El proyecto, obtenido por EL PAÍS, trata de crear un mecanismo que permita a las repúblicas federadas soviéticas realizar el derecho de secesión de la Unión Soviética, contemplado en el artículo 72 de la Constitución de la URSS.

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Este derecho ha sido hasta ahora formal, pero el líder Mijail Gorbachov, durante su estancia en Lituania el pasado enero, prometió la elaboración de un mecanismo que posibilite su puesta en práctica.El proyecto de ley, elaborado por un grupo de expertos, fue recibido el lunes por la Comisión de Política Nacional y Relaciones entre las Nacionalidades del Parlamento soviético, según manifestó a esta corresponsal el presidente de la comisión, Georgi Tarasevich.

Según el texto, el referéndum es el método que permite conocer la voluntad popular sobre la secesión de la Unión Soviética y puede convocarse por decisión del Soviet Supremo de la república federada o por petición de un tercio de los ciudadanos soviéticos mayores de 18 años que residan permanentemente en la república.

El referéndum, que se llevará a cabo no antes de seis meses después de plantear la secesión, se considera válido si participan en él no menos de tres cuartas partes de los ciudadanos de la URS S residentes en la república. No obstante, las unidades territoriales inferiores en rango que se encuentren en territorio de una república federada -en la Unión Soviética hay en la actualidad un total de 15 repúblicas federadas- conservan el derecho a decidir independientemente su situación estatal, incluida la posibilidad de mantenerse en la Unión Soviética.

En las repúblicas donde residen grupos nacionales compactos, los resultados de los votos de estos grupos se considerarán separadamente, señala el proyecto. Éste no aclara la influencia que puede tener el eventual voto en contra de estos grupos compactos, que en el caso del Báltico podrían ser los rusos allí residentes. La decisión de salir de la URSS se considera tomada si a su favor votan "no menos de los dos tercios de los ciudadanos de la Unión Soviética que residen permanentemente en el territorio de la república".

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Tales fórmulas, de ser aprobadas, inutilizarían la vía independentista emprendida por las repúblicas del Báltico, que piden negociaciones directas con Moscú. Los elevados porcentajes poblacionales de otras nacionalidades residentes en las repúblicas bálticas pueden hacer también muy difícil a los sectores autóctonos el cumplimiento de los requisitos previstos por el proyecto de ley. Decisiones populares

Basándose en los resultados del referéndum, el Soviet Supremo de la república plantea ante el Soviet Supremo de la Unión Soviética la puesta en práctica de las decisiones populares. El Soviet Supremo debate los resultados del referéndum, saca conclusiones y las reparte por` todas las repúblicas federadas, repúblicas autónomas y otras formaciones territoriales de la Unión Soviética.

El Congreso de los Diputados Populares de la Unión Soviética estudia luego los resultados del referéndum, así como las opiniones de los órganos de poder de las repúblicas federadas y otras formaciones territoriales.

Viene después un período de transición de hasta cinco años, durante el cual funciona una comisión especial con representantes de la república que quiere separarse y de las otras repúblicas soviéticas. En este período se discute sobre las fronteras de la Unión Soviética, la defensa, las comunicaciones y la seguridad.

La secesión entra por fin en vigor en el momento en que el Congreso de los Diputados de la URS S decide que se ha llegado a un consenso entre los intereses y reclamaciones de la república que se separa, por una parte, y la URSS, las repúblicas federadas, las repúblicas autónomas y las formaciones autónomas, por otra, y se han firmado los correspondientes tratados y acuerdos.

[El Kremlin ha preparado un proyecto de ley para enmendar la Constitución soviética y conceder a Mijail Gorbachov más poderes presidenciales, como la posibilidad de vetar leyes o declarar el estado de emergencia en varias zonas del país, informó ayer The Washington Post, según Efe].

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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