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Medicina a la medida

En la década de los noventa se diagnosticará la enfermedad antes de contraerla

Los años noventa deberán traer consigo cambios espectaculares en el diagnóstico y tratamiento de todo -desde el cáncer hasta las enfermedades de las encías- gracias al tremendo salto de la pasada década en el conocimiento de cómo trabaja nuestro cuerpo. Los pacientes podrán determinar pronto si sus hijos padecerán o no una serie de enfermedades congénitas. Tomarán medicinas hechas a medida para una célula traviesa o un virus específico, desatascarán sus arterias en una clínica ambulatoria y se encontrarán tratando con ordenadores con tanta frecuencia como con médicos.

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Muchos de estos adelantos se pueden atribuir a un cambio básico que ha tenido lugar en los últimos años en el eje de la investigación médica, en lugar de intentar descubrir una cura para enfermedades específicas, intentar comprender en primer lugar cómo y por qué se presenta esa enfermedad.Pero según los milagros médicos se vayan volviendo habituales, los médicos y las sociedades se verán cada vez más cogidos por los dilemas éticos y argumentos económicos que rodean los adelantos que pueden prolongar la vida sin mejorarla necesariamente.

La medicina ha mejorado en este siglo hasta el punto de que la tecnología ahora puede mantener a unas 10.000 personas, sólo en Estados Unidos, que están en coma irreversible. Al igual que los que nacieron cuando el boom infantil de la posguerra de la II Guerra Mundial, este número aumentará con toda seguridad.

En el otro extremo del espectro están los niños prematuros; incluso los que nacen con dos meses y medio de antelación pueden sobrevivir ahora, pero con incapacidades tan tremendas que es posible que nunca puedan abandonar el hospital.

"Nosotros [los médicos] estamos cogidos en nuestra propia trampa", escribió recientemente la doctora Mildred Stahlman, de la Escuela de Medicina Vanderbilt de Georgia (EE UU). Estaba hablando de niños muy prematuros, pero sus sentimientos podrían aplicarse a multitud de adelantos médicos. "Podemos salvar embarazos de alto riesgo y gestaciones tempranas y a los fetos después del parto, pero no podemos garantizar un resultado similar al de niños más maduros", afirmaba.

Genoma humano

El proyecto médico más ambicioso que está ahora en proceso permitiría a los médicos diagnosticar las enfermedades antes de contraerlas, prediciendo la predisposición genética del individuo. El Proyecto Genoma Humano es un esfuerzo internacional masivo, cifrado en 3.000 millones de dólares (324.000 millones de pesetas), para identificar y situar todos los 100.000 genes o más que determinan cada característica humana.Llevará unos 15 años terminar el proyecto, pero en los próximos 10 años los investigadores esperan identificar gran parte de los 10.000 genes aproximadamente que gobiernan las enfermedades hereditarias, lo que incluye el síndrome de Down, la enfermedad de Alzheimer, la de Parkinson, la fibrosis quística y la distrofia muscular. Una vez descubierto un gen, es relativamente sencillo desarrollar un análisis de sangre o un reconocimiento prenatal que determine si la persona o el feto son portadores del mismo. Los médicos tienen esperanzas de que la predisposición a las enfermedades cardiacas, ciertos tipos de cáncer, e incluso el alcoholismo, podrán predecirse, permitiendo así a las víctimas en potencia llevar un régimen de vida preventivo.

La cirugía también experimentará un cambio espectacular en la próxima década, según el láser vaya sustituyendo a los escalpelos en el quirófano. Estos intensos rayos de luz ya son habituales en la cirugía oftalmológica, y seestán probando para suprimir la placa que se construye en las paredes de los vasos coronarios, produciendo enfermedades cardiacas.

Los cirujanos creen que el láser se utilizará finalmente para las intervenciones a corazón abierto, para curar heridas, incluso para el tratamiento del SIDA. Como resultado tendría un impacto espectacular en toda la industria sanitaria, ya que los procedimientos quirúrgicos que ahora requieren largas estancias en los hospitales podrían potencialmente llegar a hacerse sobre una base ambulatoria.

Láser

"Es difícil saber hasta dónde llegaremos con el láser", afirma Carmen Puliafito, jefa del Laboratorio de Investigación del Láser en el Hospital de Ojos y Oídos de Massachusetts. "Son fantásticos. Realmente no hay ningún aspecto negativo asociado a su uso en los procedimientos seguidos hasta ahora".La automatización se está abriendo paso lentamente en los hospitales en forma de terminales de ordenador situados al lado de la cama. Estos sistemas contienen las historias del paciente y están enlazados a laboratorios y farmacias, de forma que se puedan encargar inmediatamente medicinas. De momento sólo los utiliza aproximadamente el 1% de los hospitales americanos, pero los analistas de la industria calculan que la demanda está creciendo aproximadamente en un 30% anual. Estos sistemas permiten a los hospitales ahorrar horas extras de enfermeras, evitar hasta un 34% en errores de medicación y obtener mayor exactitud en los cuidados.

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