El público, en el salón

El lugar habitual de la cincuentena de obras que se exhiben bajo el título de Tesoros de las colecciones particulares. Pintura del siglo XV a Goya son los salones de viviendas particulares a los que volverán una vez agotado el tiempo programado para esta muestra. Su contemplación por el público es ahora posible gracias a la aplicación de la ley del Patrimonio de 1985, en la que se incluía una amnistía fiscal para las obras de arte cuyos propietarios no las hubieran declarado para su inclusión en el Patrimonio.Los que se acogieron a esa amnistía contaron ya con la posibilidad de sacar al mercado sus obras de arte, además de disfrutar de una serie de ventajas fiscales como consecuencia de los gastos de mantenimiento y conservación que estas piezas requieren.

Pero para la comunidad, la mayor ventaja de esta amnistía está en que, como ya ha empezado a ocurrir, pueda tener acceso a grandes obras que hasta ahora sólo podían ser contempladas a través de reproducciones más o menos fieles, mientras que los originales quedaban reservados a la contemplación de unos pocos ojos privilegiados,

A través de la exposición inaugurada ayer, sus organizadores de la Comunidad de Madrid han pretendido también dar una idea de lo que ha sido el coleccionismo particular madrileño, con sus modas y preferencias, referido concretamente al período que abarca la muestra. Dentro de los planes de la Dirección del Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid está el ir mostrando al público sucesivas exposiciones con las obras declaradas durante la mencionada amnistía fiscal, a fin de dar a conocer el alcance del coleccionismo de la Comunidad de Madrid.