El ganador del Premio La Sonrisa Vertical considera que la literatura erótica debe ser humedecedora
El vencedor del galardón, Josep Bras, es un catalán de 24 años
Josep Bras, 24 años, ganó ayer el premio de narraciones eróticas La Sonrisa Vertical, que patrocina la editorial Tusquets, con la obra en catalán El vaixell de las vagines voraginoses (El barco de las vaginas voraginosas). El jurado del galardón se muestra en el acta de concesión "seducido por la maestría con que se traman las diversas historias, la diabólica precisión del lenguaje y la presencia sutil de un humor que en momento alguno destiñe la eficacia erótica de la narración". Bras manifestó ayer a este diario que asumía plenamente la condición que José Luis G. Berlanga, uno de los miembros del jurado, pone a la literatura erótica: que sea humedecedora.
Bras explicó a este diario que su obra reúne seis narraciones a través de personajes comunes por lo que puede leerse como una novela "llena de elipsis y flash-backs".Todas las aventuras suceden en una ciudad imaginaría, Txaitannia, y las peripecias están contadas con registros dispares, desde el relato gótico al absurdo galáctico (con un conflicto sexual planetario). "Hay un elemento común a todas las narraciones y es el sentido del humor, que nunca, llega a la parodia", explica Bras. Con todo, la introducción del humor no es una maniobra puritana para conseguir inconvenientes efectos de distanciamiento en una literatura que, la propia editora del premio, Beatriz de Moura ha dicho que debe leerse con una sola mano (una variante de aquella célebre fórmula surrealista para explicar la masturbación: la mano al servicio de la imaginación).
Bras no rechaza estos efectos secundarios en el género, aunque, ante la tópica frontera entre erotismo y pornografia, considera que el arte exige, además de lo dicho, estimular la fantasía. "Lo básico es fijar una estructura de relato, con un principio y un final", una obligación narrativa que, en el caso del erotismo, según Bras, pide un suplemento: "Que.haya un polvo por medio".El barco de las vaginas... introduce el tema de la literatura en la propia ficción y uno de los personajes, que ha escrito uno de los cuentos de la obra, se presenta a un galardón literario cuyo menguado premio son cuatro ósculos de la alcaldesa patrocinadora. En el caso de Tusquets, el premio es medio millón de pesetas.Bras, que tiene publicados dos títulos en catalán (La mosca al nas, en Edicions 62, y Exemplar gratuït, en Empúries) es un apasionado del cine y en los prolegómenos de su trabajo como escritor se encierra en una habitación oscura para convocar las imágenes de un hipotético filme que, posteriormente, explicará sin fotogramas, con la combinatoria alfabética. Para Bras, uno de los títulos más perversos y eróticos de la historia del cine es Blancanieves y los siete enanitos.Según Bras, lo explícito no tiene por qué ser forzosamente lo más erótico y critica duramente la versión cinematográfica de Nueve semanas y media, "un filme que aparentemente te convoca a contemplar el mal y te mete en la trampa de los cromos y la qualité". Bras considera que existe todavía un cierto pudor en torno á la creación erótica, un pudor inevitable que obliga al seudónimo a algunos célebres autores e impone cierto aire clandestino al consumidor ilustrado.
El jurado del Premio La Sonrisa Vertical está integrado por José Luis G. Berlanga, Fernando Fernán Górriez, Jaime Gil de Biedina, Juan García Hortelano, Ricardo Mufloz Suay, Juan Marsé y Beatriz de Moura. Bras, que vive en Premiá (Barcelona), trabaja en el circuito catalán de TVE y ha escrito también piezas teatrales.
Como finalista de esta 9ª edición quedó el escritor Eduardo Mendicutti con un relato sobre siete travestidos.
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